El exciclista Aitor González ha sido detenido en Alicante por su presunta implicación en el robo de una tienda de teléfonos móviles, según confirmaron fuentes cercanas al caso. El que fuera campeón de la Vuelta Ciclista a España fue sorprendido la madrugada del martes por la Policía junto al establecimiento donde acababan de reventar el escaparate. El deportista ha negado su implicación en los hechos y culpa de todo a la persona que le acompañaba, a quien había conocido esa misma noche mientras estaban de fiesta y que se habría dado a la fuga tras romper el cristal. La carrera del exciclista cayó en picado desde el año 2007 y desde entonces había acumulado hasta tres detenciones por su implicación en otros hechos delictivos.

Esta última detención fue realizada por la Policía Nacional después de que se recibiera una llamada en la sala del 091 sobre las dos de la madrugada del martes. Un ciudadano alertó a la Policía de que habían roto la persiana y un cristal de un establecimiento comercial situado en la calle García Andreu. Al lugar se desplazaron agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana y procedieron a la detención de Aitor González, sobre el que además existía una reclamación en vigor. El detenido fue trasladado a las dependencias de la Comisaría Provincial por la reclamación y como presunto autor de un delito de robo con fuerza. Una vez concluyeron las diligencias el arrestado fue puesto a disposición del juzgado de guardia de Alicante, donde quedó en libertad provisional tras prestar declaración, según las fuentes consultadas por este diario.

El exciclista ha negado cualquier implicación en el robo y sostiene que se encontraba de fiesta con un amigo al que había encontrado esa misma noche. Según su versión, habría sido éste quien rompió el escaparate y se dio a la fuga del lugar, antes de que llegara la Policía.

Aitor González ganó la Vuelta Ciclista a España en 2002 y consiguió además victorias de etapa en el Giro de Italia y el Tour de Francia. La cuesta abajo comenzó a partir del año 2007 en que fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol y de la cocaína, saltándose semáforos, hasta que fue interceptado por la Policía. Un año más tarde, en 2008, fue vuelto a detener por haber contratado a tres personas para que dieran una paliza al representante de una inmobiliaria de Elche para cobrar una deuda de 300.000 euros. El tercer arresto se produjo en el año 2011 por su supuesta implicación en una estafa de 1.500 euros a un banco, en el que los implicados falsificaron documentos de una comunidad de vecinos de León. Los tres detenidos habrían simulado ser de una comunidad para abrir una cuenta y emitieron recibos a nombre de ésta sin que se hicieran efectivos los pagos.