Quedaban noventa minutos de sufrimiento en el «Ruta de la Plata» para tocar la gloria con la permanencia en Segunda B o para hundirse en la miseria con el descenso al Grupo VIII de la Tercera División e incluso con la disputa de la promoción.

En los prolegómenos del derbi ante la Ponferradina había cierta tensión en todos los rincones del estadio, tanto en los aficionados como en los jugadores y en la directiva, aunque también se atisbaba algo de tranquilidad para lo mucho que había en juego. No había duda que existía bastante convencimiento que se iba a ganar al campeón del Grupo I, como así fue.

En las filas de la Ponferradina había varias ex jugadores que en su día pasaron por el Zamora y que dejaron un más que grato recuerdo entre los aficionados como Omar, Pepe Alcaide, Gerardo Berodia y, sobre todo, el capitán Iván Candela; con este último conversó durante algunos minutos el presidente José María Casas antes de que diese comienzo el encuentro. ¿Volverá el asturiano a defender la camiseta rojiblanca en la próxima temporada?

Y ya con el partido en juego la poca o mucha tensión que había en la familia rojiblanca se liberó o se acabó cuando Curro logró el 1-0 que iba a ser definitivo y que iba a valer una permanencia. Fue un gol que cantó el «speaker» Luispa y que lo debieron oír hasta en Guijuelo.

Con el pitido final del colegiado la afición local coreó el nombre de la Ponferradina y por la megafonía del estadio se deseó el ascenso de los bercianos a Segunda División. Desde luego, ayer en Zamora los de Granero se portaron como unos excelentes vecinos y los rojiblancos ya saben a los de Ponferrada les deben una y de las buenas.

Ahora, habrá que empezar a pensar en el periodo electoral y algunos tendrán que deshojar rápidamente su margarita particular sobre si presentan o no candidatura, empezando por el actual máximo mandatario José María Casas.