La torre de la iglesia de Castroverde recobra su esplendor

La esbelta torre de la iglesia de Santa María del Río en Castroverde de Campos ha recuperado su esplendor, tras la intervención ejecutada en los últimos meses y que ha permitido frenar su degradación.

El obispado de Zamora ha recepcionado las obras, que han servido para garantizar la conservación de la torre de la iglesia del siglo XIII, levantada en el hastial de poniente y dividida en altura en varios cuerpos mediante molduras, que remata un chapitel de azulejos a cuatro aguas.

La restauración de la torre se ha ejecutado en el marco del Plan Románico Atlántico impulsado por la Junta, la Fundación Iberdrola Española y la Secretaría de Estado de Cultura de Portugal, en el que colaboran la Iglesia de ambos países y la Fundación Santa María La Real del Patrimonio Histórico.

Nuevos pasos para la restauración de la iglesia de Santa María en Castroverde de Campos

El pasado mes de abril, la consejería de Cultura de la Junta aprobó una partida de 234.226 euros para la contratación de las obras de restauración de la iglesia, que han finalizado recientemente.

La intervención ejecutada en la iglesia de Santa María del Río, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), se ha centrado en la restauración de la torre ordenando los accesos al interior para facilitar acciones de conservación preventiva, a través del mantenimiento de sus fábricas y de las cubiertas.

El deterioro de la torre y, de forma especial de sus fábricas, había sido detectado hace tiempo y su manifestación más evidente era la presencia de apuntalamientos y encimbrados en los huecos que la perforan en todos sus paramentos.

Además, la situación de la piedra de sus muros era precaria y, a simple vista, se podían apreciar pérdidas importantes de volumen en elementos de impostas, arcos de ventanas, columnas decorativas, capiteles o basas, al margen de la ausencia total de algún elemento con función estructural, como varios de los parteluces de los arcos dobles situados en el cuerpo superior.

"Movimientos históricos"

El templo, según la consejería de Cultura, ha sufrido diversas reparaciones y "movimientos históricos" y para determinar si se encontraban activos, en octubre de 2020 se instaló una monitorización estructural, basada en un fisurómetro y dos distanciómetros colocados en el interior de la torre, que revelaron un patrón de apertura de las fábricas.

Además, en la coronación de la torre se apreciaron tejas vidriadas perdidas o deterioradas y lavados diferenciales en las fábricas provenientes del goterón metálico, aparentemente de cobre, adosado a la cornisa.

A partir de este estudio preliminar del estado de conservación de la torre de la iglesia, se trazó el plan de actuación para frenar su degradación vertebrado en cuatro ejes: intervenir sobre los efectos de las lesiones en las rocas y morteros, facilitar un acceso cómodo al interior de la torre, restringir los movimientos detectados mediante la medición estructural y corregir soluciones constructivas inadecuadas.

Para conseguir los resultados esperados se han llevado a cabo diversas actuaciones, tanto en el interior como en el exterior de la torre de la iglesia.

Así, se han incorporado sensores de inclinación que aportan información y que complementará a la ya existente para continuar con la obtención de datos estructurales, aunque también se ha procedido a coartar los movimientos que se estaban produciendo en el cuerpo superior de la torre. En el marco del proyecto de restauración también se han reparado las fábricas, piedras, rejuntados y el cierre de mechinales inservibles.

Asimismo, se han recuperado elementos de arquitectura con una doble función de atado de fábrica y evacuación de agua, se ha configurado un acceso cómodo al interior de la torre y al chapitel superior, se ha recolocado el sistema de campanas y se ha instalado un sistema de protección para impedir la entrada de aves.

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