La histórica Plaza Mayor de Alcañices volverá estos días a pasar una prueba de fuego con la llegada de las fiestas patronales de San Roque. Se trata de un espacio céntrico, pero demasiado pequeño para el pueblo más grande de la Raya de España y Portugal, frente a la Casa Consistorial, como mandaba la tradición.

El problema, grande y grave, es que sus dimensiones son muy reducidas y parte de ella la ocupa la calzada de la carretera Nacional 122 que, ateniéndose a la legislación viaria vigente, no puede ni ocuparse ni cortarse al tráfico, al tratarse de un Itinerario Internacional Europeo (el "82" de Helsinki a Oporto). A ello se suma la logística de las nuevas orquestas y grupos musicales con sus trailers escenario que una vez montados ocupan la mitad de la Plaza Mayor, lo cual sumado a la calzada de la carretera, dos carrilles más la isleta central, poco espacio deja para los bailes y las distracciones ante el peligro a ser atropellado.

Esto supone que la gente tendrá que repartirse entre la zona libre, junto a la orquesta, y en los soportales de lado opuesto. En medio, la realidad supera a la ficción, cruzando continuamente camiones de gran tonelaje entre España y Portugal, y viceversa, que cada día van en aumento tras la apertura del "túnel de Marao". El riesgo es evidente y el tiempo dictará sentencia a una incongruente situación.