Ni el éxodo rural, ni la despoblación, ni el envejecimiento del censo que año a año merma la vida de los pueblos de Zamora consiguen acabar con el hambre de cultura de San Cebrián de Castro. Este pueblo de la Tierra del Pan, con menos de 300 empadronados y que durante el invierno cuenta con un centenar escaso de residentes tiene una asociación cultural en cuyo seno coexisten tres grupos de teatro aficionado activos.

La Asociación Cultural Castrotorafe, que este año celebra su vigésimo aniversario, comenzó en sus primeros meses de vida a organizar una pequeña representación teatral con los niños del pueblo de cara a la Navidad. Un año después, en 1996, los miembros más aficionados a las tablas y los niños constituían el Grupo de Teatro Castrotorafe. Hoy apenas quedan críos en San Cebrián de Castro, que ya no tiene ni colegio, pero los mayores mantienen vivo el grupo,que acaba de actuar en el festival de Lagua de Duero, en la provincia de Valladolid.

En sus inicios, Teatro Castrotorafe preparaba funciones de corta duración, como "Fablilla del secreto bine guardado", obra original de Alejandro Casona, o "Las princesas traviesas", adaptación de un cuento de Gloria Fuertes. En esa etapa llevaron el Auto de los Reyes Magos del zamorano Francisco Rodríguez Pascual a las tablas del Principal, en la capital de la provincia. El primer texto largo que prepararon los actores sancebrianenses fue "Don Armando Gresca", "muy bien acogida por el público, porque es muy graciosa, la gente se ríe bastante, y por eso duró unos cuantos años", explica Antonio Casas, miembro del grupo y presidente de la asociación cultural. Don Armando Gresca salió de gira por los pueblos vecinos de San Cebrián, se representó dos veces en Zamora y en el Latorre, de Toro.

El segundo grupo de teatro de San Cebrián, El Arrabal, es exclusivamente femenino, y nació en torno a 2006 de la mano de un grupo de vecinas, amigas entre sí, que querían saciar su afición al teatro. Actualmente cuenta con cerca de una decena de actrices que este verano estrenaron en el salón cultural de la localidad la obra "El cuponazo", que fue todo un éxito.

La tercera pata de esta terna es el grupo de teatro Maestros Obispo Nieto, vinculado también a la asociación Castrotorafe. Antonio Casas, profesor jubilado de este centro educativo de Zamora también es miembro de este grupo. Hace unos años todos los actores tomaron la decisión de integrarse en la asociación de San Cebrián haciéndose todos ellos socios de la misma, para apoyarse mutuamente. Así, los maestros del Obispo Nieto se aprovechan de los materiales de atrezzo atesorados por la asociación a lo largo de estas dos décadas, y los miembros de Castrotorafe en ocasiones utilizan las instalaciones del colegio Obispo Nieto para ensayar si hay más actores en Zamora que en el pueblo.

De hecho, ponerse de acuerdo y juntarse para ensayar es una de las mayores dificultades que encuentran los integrantes de los tres grupos. La mayoría de los miembros de Castrotorafe ya no viven en San Cebrián, y los que lo hacen son agricultores y están condicionados por las obligaciones del campo, como la siembra o la campaña de recolección. Otros tres viven en Madrid y no pueden desplazarse todos los fines de semana. "Hay que encontrar fechas que nos vengan bien a todos, por eso tardamos hasta seis meses en preparar una obra, por eso la mantenemos durante uno o dos años y la llevamos fuera de nuestro pueblo", explica Antonio Casas. En el caso de El Arrabal, tampoco todas las actrices viven permanentemente en San Cebrián, y aunque en Maestros Obispo Nieto la mayoría son jubilados, "a veces surgen problemas de salud, personales, o los viajes del club de los 60 en otoño y primavera que nos hacen aplazar los ensayos". Todos estos inconvenientes añaden mérito al trabajo de los actores de los tres grupos "y son a la vez una ventaja porque como vivimos separados es la manera que tenemos de encontrarnos a menudo, y si de verdad te gusta el teatro te lo pasas bien", asegura.

Actualmente, los profesores están a la espera de representar en el colegio del que formaron parte durante tantos años su última obra, "Tres papás para Totó", un texto del francés De Jean Letzak que estrenaron en San Cebrián. Mientras tanto, los de Castrotorafe tienen pendientes las dos últimas representaciones de "El tonto es un sabio" antes de comenzar a preparar el siguiente reto, que probablemente estará condicionado por el cuarto centenario de la muerte de Cervantes. Las actrices de El Arrabal continuarán de momento con su éxito, "El Cuponazo".

Los tres grupos mantienen vigente la tradición teatral de San Cebrián de Castro, que se remonta varias generaciones. Los mayores recuerdan que ya sus abuelos solían preparar diferentes representaciones en invierno, era el entretenimiento que existía antes de la televisión, algo que Antonio Casas vincula con las fiestas murgas de las fiestas de Antruejo. El presidente de la asociación Castrotorafe tiene en su poder guiones escritos por su abuelo para ser representados, algunos de ellos adaptaciones de novelas clásicas. "No era un erudito, se dedicaba a la agricultura, pero era el entretenimiento que tenían, había mucha afición al teatro", afirma. Una tradición más viva que nunca.