La localidad de Valer de Aliste ha acogido una jornada de convivencia y hermandad entre los niños y niñas del pueblo y los bomberos del Parque de Voluntarios de la Mancomunidad "Tierras de Aliste". El pueblo, que antaño, por los años sesenta llegó a contar con dos escuelas y alrededor de sesenta escolares, vio luego cerrar las aulas y hoy sólo hay tres niños.

Sin embargo, con la llegada del verano, las calles vuelven a verse pobladas de pequeños llegados desde diferentes puntos de España (País Vasco, Cataluña, Galicia y Madrid principalmente) y del extranjero (Francia). Como las fiestas son en septiembre y antes tendrán que regresar a la ciudad, las propias madres le han organizado sus propias fiestas en agosto.

Los bomberos llegaron a la Plaza Mayor y enseguida los niños, muy en particular los más pequeños, conectaron con ellos, dispuestos a conocerles y a aprender de las enseñanzas de los profesionales que se dedican a luchar contra el fuego y también a excarcelar y salvar vidas en los accidentes de tráfico.

Los niños aprendieron muy bien la lección de que "Más vale prevenir que curar" que la mejor manera de salvar vidas, los campos y las viviendas pasa por evitar que se produzcan los accidentes y los incendios. Los pequeños pudieron conocer a fondo la profesión, dedicación y nobleza de los bomberos, que uno tras otro les mostraron sus aparatos y prestaciones. Algo que cautivo también a los mayores. De hecho los padres y madres alabaron la labor que a lo largo del año realizan los bomberos de Tierras de Aliste y agradecieron las intensas horas de enseñanzas y hermanamiento con los niños de Valer de Aliste. Los bomberos se portaron magníficamente con los niños.

El Parque de Bomberos Voluntarios de la Mancomunidad Tierras de Aliste desarrolla una intensa labor a lo largo de todo el año tanto a nivel de incendios urbanos y forestales como en los accidentes de tráfico siendo imprescindibles para la Raya.