Más de treinta alcaldes, concejales y apicultores de la comarca de Sanabria abordaron la necesidad de proteger a las explotaciones apícolas de la comarca frente a las explotaciones trashumantes. La Asociación de Apicultores Libres de Sanabria y Carballeda propuso redactar una ordenanza homogénea para todos los ayuntamientos donde se primen las ATPs y los apicultores locales, en el transcurso de la reunión celebrada el pasado jueves en El Puente de Sanabria.

La concesión de las licencias de actividad pasará a depender de los ayuntamientos y es necesario que "elaboraren un borrador de ordenanza en común para aplicación en todos los municipios de la comarca" según el colectivo de apicultores.

El presidente de la asociación, José Antonio González, precisó que hay alrededor de 300.000 colmenas trashumantes procedentes de Extremadura, Salamanca y Valencia, muchas de ellas sin control, y que se asientan sin cumplir ninguna normativa en perjuicio de las explotaciones locales. González recalcó que "esa cantidad es una barbaridad porque cada año vienen más colmenas sin que haya ningún tipo de control ni por parte de las Unidades Veterinarias, ni en los Ayuntamientos, ni de los apicultores ni de los vecinos. No estamos en contra de la trashumancia pero pedimos un control y que se cumplan las distancias". El colectivo comarcal se ha sumado a otras asociaciones, como la de León, para reclamar a la Junta de Castilla y León el control de explotaciones trashumantes.

Desde la asociación instan a los ayuntamientos a apoyar a los vecinos y a los apicultores y, por extensión, a todos en todos los negocios que generan empleo, actividad económica y población en los pueblos.

Los apicultores locales para instalarse tienen que tramitar las autorizaciones y presentar un proyecto, "lo que supone para nosotros tiempo y costes, pero a los apicultores trashumantes no se les exigen ni la mitad de los requisitos. Un apicultor cacereño o salmantino instala las colmenas, se llevan una cosecha de miel y no invierten ni dejan nada". Cada vez vienen más trashumantes y "es falso que aquí se les maten las colmenas o se les envenenen como están diciendo".

El ingeniero agrónomo de Zamora, Faustino Castreño, explicó a representantes públicos y profesionales la nueva normativa Prevención Ambiental.

De acuerdo a la nueva Ley, la distancia que habrá que respetar para el asentamiento de poblaciones es de dos kilómetros.

Las colmenas trashumantes llegan a los territorios de floración muy pobladas, en producción prácticamente todo el año, solo hay un parón de poco más de un mes. Las colmenas trashumantes que se instalan "vienen más fuertes, con cría y están castradas, para facilitar el transporte" explicó el presidente de los apicultores. Cuando llegan al nuevo emplazamiento necesitan alimento y la forma rápida de obtenerlo es saquear las colmenas que hay en la zona, que producen poco más de seis meses al año. González apuntó que "ahí está el problema. Es más fácil saquear las colmenas que ya tienen miel".

Otro factor negativo es la transmisión rápida de enfermedades como la varroa y desabejamiento. González señalaba la rápida expansión por toda la península como posible consecuencia de las colmenas trashumantes.

En el caso del desabejamiento en las zonas donde se asientan las colmenas trashumantes la afección es del 100% en las explotaciones locales, aunque las colmenas foráneas están en constante cría, con una reposición más rápida. Por el contrario, la reposición es más lenta en las colmenas locales.