Benjamín Fernández Anta es ganadero y presidente del Consorcio Promoción del Ovino (CPO), una cooperativa de segundo grado radicada en Villalpando, que comercializa el 20% de la producción nacional de leche de oveja. Este grupo ha llegado a un acuerdo de comercialización con el burgalés Colear, la mayor cooperativa de ovino especializada en lechazo de Castilla y León, lo que les convierte en el primer grupo del sector en España en un momento muy difícil para todos los ganaderos, en especial para los de lácteo.

-¿Qué dimensión alcanzan las dos cooperativas después de este acuerdo?

-CPO estaba formada hasta ahora por 8 cooperativas que agrupaban 850 explotaciones. Ahora pasaremos a recoger la leche de 13 cooperativas que suman más de 1.500 ganaderas en ocho provincias. Ya éramos el mayor comercializador de leche de oveja de España y de Europa, pero ahora aumentaremos la producción de 77 a 121 millones de litros de leche, el 25% de la producción nacional. En cuanto al lechazo, el volumen de producción de Colear es de 180.000 unidades al año, el 12% de la producción nacional, y ahora pasarán a comercializar 270.000.

-¿De quién surgió la iniciativa para llegar a este acuerdo?

-De ambas partes, por eso las negociaciones fueron fáciles y se hizo efectivo en pocos meses. Es un acuerdo que surge de la necesidad. La industria está muy concentrada y por eso son capaces de imponernos un precio, así que es normal que los productores también nos agrupemos para tratar de tener mayor poder de negociación.

-¿Cuál es el objetivo final de esta unión?

-Tener mayor dimensión para conseguir un mejor precio que dé a nuestros socios ganaderos un margen de beneficio digno, y conseguir el desarrollo sostenible del sector ovino. Un buen punto de partida sería subir el precio del litro en 10 céntimos. Este año se está pagando la leche a 68-70 céntimos, y queremos llegar a los 91.

-¿Y a largo plazo?

-Agrupar a todas nuestras cooperativas en una única que proporcione al ganadero todos los servicios que necesita y se encargue del resto del proceso hasta llegar, en el caso del lechazo, al vendedor final. Esto también se podría conseguir a través de un número pequeño de cooperativas con funciones muy limitadas.

-¿Dónde están vuestros compradores?

-En toda España, pero sobre todo en Castilla y León, donde vendemos más del 70% de la leche. En 2011 exportamos 6 millones de litros a Italia, Grecia y Holanda. Antes exportábamos más, pero existe un gran riesgo en esos países. Colear también tiene clientes en toda España.

-¿Es rentable ser ganadero de lácteo hoy en día?

-No. Independientemente de si pertenezco a una u otra cooperativa o a ninguna, nuestros precios de venta no cubren nuestros costes de producción. Ni siquiera en un grupo tan grande como este. Por cada litro de leche que producimos perdemos 15 pesetas (9 céntimos de euro). El caprino, cuya leche también trabajamos, ha desaparecido. Su volatilidad de precios hizo inviable las producciones de este sector desde el año 2010. Ahora se recuperan en precio, pero sólo para los intermediarios.

-¿Durante cuánto tiempo podrá aguantar el sector esta situación?

-No mucho. Estamos cerca de un punto de no retorno. Hasta ahora han ido cerrando las explotaciones ganaderas más pequeñas, pero su producción era cubierta por las grandes, que aumentaban su volumen de producción porque era la única manera de tener un margen de beneficio muy pequeño. Ahora esas explotaciones también están perdiendo dinero. Si las cosas siguen así pronto cerrarán las más eficientes y productivas.

-¿Qué repercusión tendría en Zamora y en Castilla y León el cierre de estas explotaciones?

-Supondría la desaparición de un sector estratégico para la región, en especial para la provincia de Zamora. Nosotros, aún siendo el mayor productor del continente, vendemos el 70% de la leche dentro de Castilla y León. Y es que las industrias queseras más grandes de España están en Zamora y Valladolid. Por eso es una cuestión que debería preocupar aún más a la Junta, y también a esas empresas. Las industrias ahora mismo sacan un mayor beneficio a base de ahogar a los ganaderos, pero deberían ser los primeros en tendernos la mano, porque cuando nosotros desaparezcamos, ellos serán los siguientes.

-¿La Junta no protege este sector?

-En nuestra opinión, últimamente no ha ejercido su labor. Actualmente, adeudan a CPO 1,5 millones de euros en concepto de ayuda a la agrupación de 2011, y la de 2012 no ha sido convocada, a pesar de que el BOE dictó sus bases en diciembre de 2011. Las ayudas al movimiento cooperativista promovidas durante el año 2011 no han tenido continuidad este año, ni al parecer lo tendrán para el próximo. Por otra parte, las ayudas a la calidad de la leche se han publicado hace dos días, apenas con margen suficiente para actuar. La Consejería nos ha convocado para analizar la situación del sector ganadero el 1 de octubre. Por nuestra parte, insistimos en que no hacen falta más reuniones, sino actuaciones.

-¿Y la Unión Regional de Cooperativas (Urcacyl)?

-Actualmente no nos sentimos representados por Urcacyl. La alternativa que nos propone nuestro representante en Urcacyl de seguir igual no convence a nadie, porque todos los ganaderos, de todas las cooperativas, se están arruinando.

-¿Qué opina del «inminente acuerdo» entre la interprofesional del lácteo y la industria que anunció el ministro de Agricultura la semana pasada?

-No creemos que esa sea la solución. Intentar que la industria pague la leche por encima de un precio determinado es una utopía si no tienes poder para obligarles a hacerlo. Si los contratos van a ser a coste de producción, no creemos que tenga sentido, que no cuenten con nosotros para la foto.

-¿No apoyarán a la interprofesional?

-Sí, si consiguen buenos contratos a futuro, que hablen de un volumen de venta y de un precio digno, para cada parte, que permitan al ganadero seguir siendo ganadero y al transformador seguir siendo transformador. También deberían dedicarse a promocionar los productos que lo necesiten.

-¿Está de acuerdo con el Plan de Gestión y Conservación del lobo?

-El lobo debe existir, pero no hay derecho a que los ganaderos tengamos que suscribir un seguro por los daños que nos pueda causar. Los seguros se inventaron para pagar lo que tú destrozas.