El equipo liderado por Natalia Sastre, Carles Vilà y Oscar Ramírez, sugiere que» la supervivencia de los lobos puede estar comprometida si no se efectúa una diagnóstico genético que evalúe periódicamente la salud genética de estas poblaciones, especialmente en el caso de las poblaciones ibéricas, las cuales podrían estar mucho más amenazadas que lo previsto inicialmente debido a su aislamiento secular por la acción humana».

Hacen hincapié en que las poblaciones ibéricas de lobos están catalogadas como «Casi Amenazadas»por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) «debido a la mortalidad no natural inducida por el ser humano así como por la fragmentación de su gestión». Precisamente la fragmentación, indican, «ha supuesto que la especie sea objeto de diversas pautas de gestión dependiendo del lugar, aunque básicamente, la caza deportiva y el control poblacional ha sido la herramienta principal de gestión, lo cual supone serias implicaciones en la conservación a largo plazo de una Especie de Interés Comunitario como el Lobo». Para los investigadores «es necesario incorporar estudios relativos al vigor genético de sus poblaciones en los planes de gestión de lobos de la península ibérica».

En su criterio, «el lobo ha estado en el umbral de la extinción, quizás mucho más cerca de lo que se consideraba inicialmente». Es por ello que «para disminuir factores de tipo genético que puedan afectar a esta población, como la endogamia y la hibridación, parece necesario asegurar el futuro de las poblaciones mediante un crecimiento constante y continuado de sus poblaciones siempre que sea posible».

Los investigadores inciden en señalar que «las especies que sufren fluctuaciones demográficas y atraviesan enormes reducciones de sus poblaciones, tanto por causas naturales como por causas antrópicas (caza excesiva, pérdida de hábitat, etc.), son más susceptibles de presentar problemas de consanguinidad y fertilidad, así como una menor capacidad de adaptación a entornos futuros». Son consideraciones «a tener en cuenta a la hora de adoptar estrategias de conservación y gestión con múltiples especies».