El Ayuntamiento de Santa Clara de Avedillo logra ponerse al día en las cuentas tras adoptar, entre otras, medidas tan impopulares como la supresión de las fiestas durante dos años consecutivos, el pasado y actual. «Lo que se ha hecho en las fiestas ha sido por iniciativa de los vecinos y una comida popular a cargo de una asociación de moteros», explica Mercedes Otero López, la regidora del municipio. Otero lleva al frente del Ayuntamiento cinco años escasos, cuatro en la anterior legislatura como cabeza visible de la gestora que se creó para superar el vacío de poder en el pueblo, y los últimos meses desde las elecciones municipales ya como alcaldesa.

Ella, junto a la teniente de alcalde, Olivia García Tamarit, han aplicado «los principios de la economía doméstica» a las arcas municipales dejando al día el balance económico, aunque a falta de terminar de pagar todavía parte de un préstamo de 34.000 euros heredado de la anterior Corporación; «nos quedan cuatro años, pero si hemos podido con la deuda de la Seguridad Social podremos con esto».

Entre las primeras actuaciones que llevarán a cabo está la ampliación del centro médico, una obra que supone una de las paradojas del funcionamiento administrativo, ya que se realizó y pagó con dinero público, tanto una subvención de Sanidad como la aportación del Ayuntamiento, pero no se ha llegado a estrenar debido a su pequeño tamaño, a pesar de que cumple con las medidas establecidas en la normativa. Ahora, con la obra de ampliación ya adjudicada por 52.000 euros, las ediles piensan que se acabará el problema de espacio, añadiendo la planta baja de la Casa Consistorial, lo que ha obligado a trasladar el Ayuntamiento al antiguo edificio municipal.

Entre otros proyectos de la Corporación actual está el continuar con el cambio de la red de saneamiento, merced a los 30.000 euros que llegarán al pueblo de Planes Provinciales, o la creación de un paseo con los 22.000 euros del Grupo de Acción Local Torguvi.

Y a pesar de que por el grupo que se presentaron, el Partido Popular, obtuvieron la mayoría absoluta, con cuatro concejales frente a uno del PSOE, las gobernantas siguen detectando un enrarecido clima político, con cierto enconamiento. «Pero nosotras estamos conformes» subrayan a dúo.