Todas las sábanas deterioradas y con restos de heces, sangre y orín; timbres sin funcionar; la medicación guardada en un armario empotrado y distribuida por las limpiadoras; falta de camas y de comida y los residentes encerrados bajo llave toda la noche... son algunas de las exposiciones del informe que los Servicios de Inspección de la Junta de Castilla y León realizaron en junio en la residencia de ancianos de la localidad de Fuentesecas, tras una denuncia presentada ante la Guardia Civil. El PSOE expuso ayer algunos retazos de esa documentación y exige la comparecencia del gerente de Servicios Sociales de la Junta para dar explicaciones sobre el asunto.

El informe recoge 17 infracciones en los que el servicio de inspección aluden la infracción tipificada con el artículo correspondiente de la Ley. Así, el procurador socialista en las Cortes de Castilla y León José Ignacio Martín Benito describió el dossier como «para poner los pelos de punta» y enumeró «literalmente» los datos recogidos en el lugar del suceso en el mes de junio pasado.

Entre ellos destaca que «la ocupación de la vivienda ese día es de 16 usuarios y el centro se encuentra autorizado para una capacidad máxima de 8 plazas. Se carece de libro de registro de altas y bajas».

Respecto a la distribución de los ancianos asegura que «cinco residentes pernoctan en una habitación con cinco camas y el expediente de autorización es para tres camas. Una estancia con un cartel de «privada» pernoctan en una cama nido dos residente. En otra estancia que figura con otro cartel de «privada» otra cama nido con dos residentes esta habitación carece de ventilación. Pernoctan en sendos sofás dos residentes ubicados en el comedor-salón de la vivienda».

La residencia de Fuentesecas «carece de médico, ATS, fisioterapeuta y terapeuta ocupacional. La atención directa, según manifiesta el director, se presta por dos limpiadoras y el propio director. Es todo el personal con que contaba la residencia». Martín Benito en su relato prosigue explicando que «por la noche no hay personal responsable en el centro. Se cierra la puerta de la vivienda sin posibilidad de salir al exterior y no aparece personal hasta el día siguiente». En cuanto a la lencería del centro «todas las sábanas están deterioradas, sucias con restos orgánicos (sangre, heces y orín). Los protectores están tan deteriorados que algunos se pegan al colchón y estos, que no permiten la transpiración están sucios con restos de heces, orines y rotos». En cuanto a las instalaciones «los timbres no funcionan, el centro presenta humedades no reparadas. Un baño sin agua y otro sin luz ».

Otro punto a destacar es la de «la medicación que está guarda en un armario empotrado, abierto, accesible a los usuarios, y son las limpiadoras las que las cogen directamente y se ocupan de ponérselas en el plato a los usuarios. Se carece de menús planificados y ese día solo había alubias con chorizo. Varios residentes confirman que normalmente solo hay un plato y el director manifiesta que la compra la hace al día y la cena estaba pendiente de compra».

Ante tal situación el portavoz de Servicios Sociales del grupo socialista en las Cortes, Jorge Félix Alonso, confirmó la responsabilidad de la Junta de Castilla y León por lo ocurrido en Fuentesecas y aseguró que «debe asumir su responsabilidad ya que en 2009 ya se habían detectado deficiencias importantes». Alonso evidenció también ayer que la residencia clausurada sigue anunciada en Internet en la página web de la Junta de Castilla y León.