El consejero de la Presidencia José Antonio de Santiago-Juárez, reunido en la mañana de ayer en Santiago de Compostela con su homólogo del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, ha anunciado que de manera «inminente» será firmado el Protocolo de Colaboración entre la Junta de Castilla y León y la Xunta de Galicia , en la ciudad de Santiago de Compostela.

Del mismo se beneficiarán los residentes en los pueblos limítrofes de ambas comunidades, por la parte zamorana, especialmente los de la Alta Sanabria.

El Protocolo se suscribirá «en cuanto lo permitan las agendas de los presidentes Juan Vicente Herrera y Núñez Feijóo», posiblemente en enero, y se ocupará, entre otras cuestiones, «de mejorar los servicios esenciales para las personas que residen en las localidades fronterizas». De este modo, «se reforzará la colaboración en materia sanitaria, educativa y en las cuestiones relacionadas con los servicios sociales, como la dependencia o la atención a las víctimas de violencia de género» según informó ayer la propia Consejería de la Presidencia.

La Junta señala que «en materia sanitaria el Protocolo quiere contribuir a mejorar la colaboración ya existente para atender las necesidades de los pacientes que residen en localidades limítrofes de las provincias de Zamora y León, de modo que puedan tener acceso a los recursos más adecuados con independencia de la comunidad en la que residan».

Esta apuesta, precisa, «se extenderá también al transporte sanitario urgente para que las emergencias relacionadas con la salud reciban la respuesta precisa de manera rápida y eficaz a través de la adecuada coordinación de los dispositivos y vehículos que tienen en servicio las dos administraciones».

También hay que resaltar que, de manera paralela, la Junta de Castilla y la Xunta de Galicia «pondrá en marcha un convenio específico sobre carreteras que permitirá la actuación en vías de titularidad autonómica que conectan ambos territorios, mejorando las comunicaciones entre las localidades limítrofes para facilitar, de esta manera, el acceso a los servicios de quienes viven en estas zonas».

La próxima firma de este Protocolo constituye, al decir de la Administración regional, «un nuevo ejemplo del trabajo encomendado a la Consejería de la Presidencia al inicio de la legislatura que, al mismo tiempo, da respuesta a un mandato estatutario para reforzar y aumentar las relaciones con las comunidades autónomas y, de manera especial, con aquellas que rodean a Castilla y León, algo que ya se ha puesto de manifiesto con la firma de seis convenios con otras tantas regiones vecinas». Desde la Presidencia se pone de manifiesto que «todos casos el objetivo fundamental es el mismo: hacer la vida más fácil y sencilla a la población, en especial, a aquellas personas que residen en las localidades limítrofes, a través de la colaboración en los servicios que les son más cercanos: sanidad, educación y servicios sociales, entre otros».