Los hermanos Carlos y Maikel Prieto regentan desde hace unos meses una singular residencia situada en el Pago de Cenvicos, detrás de las instalaciones de la ITV: una vivienda temporal para perros cuyos amos se van de vacaciones. Aunque en principio esta residencia nació con la finalidad de albergar a los canes cuyos propietarios están fuera de la ciudad, también reciben a las mascotas de aquellos dueños que se encuentran realizando una mudanza, obras en casa o simplemente porque no los pueden tener en su vivienda.

También es un lugar donde se pueden dejar a los perros de caza cuando concluya la temporada cinegética. Se trata de una alternativa al abandono.

La iniciativa ha sido muy bien acogida no solo por vecinos de Benavente y comarca, sino también «de otros puntos de la península, como Cataluña, País Vasco, y Andalucía», según uno de los cuidadores. Los animales pueden permanecer en el lugar un tiempo ilimitado.

El coste por animal asciende a seis euros diarios, incluida la comida. Si el dueño quiere darle una dieta especifica debe comunicarlo a los cuidadores, lo mismo que si tiene un enfermedad o necesita algún tipo de fármaco. También es obligación de los propietarios comunicar si sus perros están en celo.

El hecho de dejar a la mascota en fin de semana o en un puente festivo no encarece el precio. La residencia esta abierta todos los días del año y a todas horas.

Cada perro tiene su caseta propia. Los animales en todo momento reciben el cariño de sus cuidadores, los cuáles juegan con ellos como si fueran sus mismos dueños. Incluso corrigen ciertas conductas de los animales.

Los perros realizan ejercicios y, en algunos momentos del día, salen de su caseta. Siempre se busca que los animales estén en grupo «porque se sociabilizan» expone Maikel Prieto. En la residencia se admiten perros de todas las razas, «no somos racistas ni xenófobos» explico para este periódico uno de los propietarios.

Hasta el momento las instalaciones pueden albergar hasta ocho perros, pero ya los hermanos Prieto están pensando en ampliar el número de mascotas a las que pueden alojar, en gran medida debido a la alta demanda que están encontrando.

En la actualidad también cuidan de un conejo chino y una paloma que acompañan a otro perro, pertenecientes a un mismo dueño que se encuentra de vacaciones.

También están preparando zonas para alojar a otros animales de compañía como pueden ser gatos, pájaros o reptiles. Tanto para pajaros como para reptiles habilitarán un lugar con una temperatura adecuada a sus necesidades. El coste del mantenimiento de estas mascotas está aún en el aire y dependerá en gran medida de lo que coman.

Hasta el momento, cuando las instalaciones han tenido más "inquilinos" ha sido en las vacaciones y en el pasado puente del Pilar.

En estas ocasiones ha habido un lleno total e incluso se han tenido que rechazar algunas peticiones por falta de plazas.

La idea surgió «porque siempre nos han gustado los perros. Y veíamos que aquí no había muchos sitios para dejarlos, ni tampoco criaderos». Los cuidadores señalan que cuando los perros vuelven con sus amos los llegan a echar de menos.