"Ya va quedando poco". Quien asi habla es Vicenta Prieto Santos, para más señas la abuela de la comarca, al referirse a esta jornada de 22 de enero, de la fiesta de san Vicente Mártir, en la que se celebra su cumpleaños.

Sus 107 años de vida, que no son pocos. Y es que la señora Vicenta continua teniendo una privilegiada memoria como ha podido constatar este redactor año tras año desde que se sentaba en la banqueta cerca de la puerta de su casa en Santa Croya de Tera e informaba a cuantos peregrinos le preguntaban sobre la ruta jacobea. De eso hace ya una década, porque sólo hace tres años que vive en la residencia de Santibáñez de Tera debido a una rotura de cadera. Desde estas pasadas Navidades, la venerable señora Vicenta viene refiriéndose a su onomástica con el fin de que a sus compañeros internos, personal del centro geriátrico y los vecinos de Santa Croya no les falte un dulce. Porque tras una misa de acción de gracias y una comida compartida con sus familiares, por la tarde recibirá las felicitaciones de sus convecinos de toda la vida que se acerquen a expresarle las muestras de cariño y gratitud.

Desde sus convecinos en la calle Romero en Santa Croya, hasta los de la calle Jamontes. En esta primera calle vio la luz un 22 de enero de 1909 y en la segunda porque sus padres instalaron allí una pequeña panadería donde se elaboraba y se vendían las hogazas de pan de ocho libras ó 3,5 kilogramos que los vecinos adquirían a cambio del pago en especie, en trigo.

Ya son otros tiempos y otros vecinos, porque la abuela de la comarca ha sufrido al conocer la despedida de este mundo de cada uno de sus conocidos. A esta bailadora a quien desde moza los sonidos de la flauta y tamboril le hacían mover las piernas, aunque sus faenas en casa de coser y lavar para una familia numerosa le impedían acudir al baile, le volverán a brillar los ojos con tanto agradecimiento. Esos mismos que llegaron a encandilar a tantos mozalbetes pero que ella prefirió la soltería porque tenía que llevar a casa el fruto de algún jornal, de sus trabajos en la dehesa del Orcejón, entre Villanueva de las Peras y Litos, pueblos vecinos a su querida Santa Croya.

Esta abuela de la comarca de Benavente comparte el privilegiado honor de longevidad en la provincia con la vecina de Argujillo y residente en Zamora capital, Eufrasia Queipo Rodríguez (08/08/1906) y la de Puebla de Sanabria, Pilar García San Román (14/02/1908).