La peña Badenes, una de las trece asociaciones cultural- taurinas oficiales, celebra sus bodas de oro con una exposición en el Centro Cultural Soledad González. Hasta el próximo sábado, 16 de mayo, podrán verse fotografías antiguas, imágenes de grupo, pendones y banderas, maniquíes con el traje oficial y hasta un toro enmaromado.

Era por tanto inevitable recordar los inicios, en 1961, cuando se juntaban sólo el día del Toro: "se compraba escabeche, pastas, lechuga y sangría y comíamos juntos".

Recuerda el marido de la presidenta que fue su matrimonio, junto a otras parejas, quienes pusieron en marcha el colectivo, corrían un cordero por la mañana e invertían su tiempo y su maña para poner a punto los locales.

A pesar de que el programa oficial de fiestas se haya olvidado de este cincuenta cumpleaños, ayer a la inauguración asistieron una decena de peñistas, entre ellos la presidenta de la peña más antigua de Benavente, Pepita González, quien recordaba con nostalgia cómo ha cambiado la celebración de las fiestas de Benavente, en especial La Veguilla y el Toro Enmaromado.

La principal diferencia es que "antes colaboraba todo el mundo y ahora no, la gente pasa de todo y es muy distinto". González echa en falta estar más en la calle, en vez de permanecer tanto tiempo en el local, así como la tradicional corrida de toros que había el domingo de Corpus. Entre las cosas que se han conservado está "la unión entre los socios, que nunca hay mal ambiente".

Cambio generacional

Anuncia la presidenta que tras las fiestas del Toro dejará el cargo porque "quiero que la peña la coja gente joven con nuevas ideas. Intentamos que las nuevas generaciones tiren para adelante y pueda seguir" y agradece a todas la gente que colabora con el colectivo, bien a través de la compra de lotería, bien cediendo el local sin coste alguno o patrocinando las pegatinas, por ejemplo.

Más de trescientas personas integran actualmente la peña Badenes, desde la que se han organizado diferentes actividades como una capea que ya se llevó a cabo, merienda y juego para los niños, una fiesta ibicenca para los adultos y, por último, el día 30 de mayo para todos los públicos habrá fuegos artificiales en los paseos de La Mota y, a continuación, una verbena en la Plaza Mayor.