El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó en su reunión de ayer la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento para la iglesia de San Juan Bautista en Santa Colomba de las Carabias.

La declaración comporta también la protección de su entorno inmediato, tanto los espacios públicos y parcelas con fachada a la iglesia como el área delimitada en la que cualquier intervención que se realice puede suponer una alteración de las condiciones de percepción del bien o del propio carácter del espacio urbano.

Tan sólo han transcurrido cuatro meses desde el sometimiento a información pública de la incoación del expediente que se abría en 1983 y el edificio de la iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista ha sido declarado ya oficialmente como Monumento. Una circunstancia que vendría a llenar de orgullo al recordado párroco Eufemiano Morán quien no dudó durante tres décadas en llamar a todas las puertas para conseguir que su querido edificio de Santa Colomba tuviese tal reconocimiento. Al mismo tiempo, el actual párroco Ángel Carretero, que lo es además del vecino San Cristóbal de Entreviñas, se congratulaba ayer de la feliz noticia resaltando que la iglesia estaría abierta al público concertando de antemano las visitas.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista, situada en el casco urbano de Santa Colomba de las Carabias, consiste en una sencilla construcción de una sola nave con crucero y cabecera recta, a la que se adosan la sacristía, el baptisterio y otras dependencias de uso parroquial. La iglesia ha sido muy transformada en un estilo neoclásico, conservándose del templo primitivo, la torre románica construida en sillería, de tres cuerpos ligeramente diferenciados por su dimensión decreciente en altura y por la interposición de molduras entre los dos últimos.

El aspecto más relevante de esta construcción se encuentra en su interior, en la armadura de su presbiterio. Singular ejemplo de lo que se ha dado en llamar carpintería de lo blanco -término que engloba la técnica y estructuras realizadas en madera labrada bien cepillada-, se trata de una armadura de cubierta ochava de principios del siglo XVI, con decoración ataujerada de ruedas de lazo de diez puntas y mozárabes.

Del mismo modo, la iglesia alberga un conjunto de retablos que se integran como partes integrantes del monumento. El retablo mayor churrigueresco, dorado y policromado y un retablo barroco de mediados del siglo XVII, con una talla gótica del Cristo de la Luz.