Hace ahora un año que el Ayuntamiento de Bretocino equipó con mobiliario las dependencias destinadas para comedor social en esta localidad. No obstante, para completar el equipamiento se precisaba instalar la cocina con un presupuesto cercano a los 12.000 euros. Desde entonces, el Consistorio de Bretocino viene buscando financiación para terminar de completar las instalaciones y poner en funcionamiento el servicio social, explicó ayer el alcalde, Ambrosio Fidalgo. «El Ayuntamiento no tiene un euro y la situación es ahora harto complicada», decía el regidor de Bretocino advirtiendo de haber solicitado ayuda a la Diputación Provincial.

Precisamente esta institución ya había financiado en la primavera pasada con casi 4.000 euros el mobiliario rústico de las dependencias sociales. Con aquella financiación se vinieron a completar unas obras de rehabilitación por importe de 53.000 euros a través del programa «Tierra y Agua» con financiación del 70% de Fondos Europeos y el 30% de la Diputación Provincial. Junto al edificio y en lo que fue corral de la casa del cura y que el Consistorio compró al Obispado de Astorga por 15.000 euros se construyó una nave financiada con 29.000 euros a través del Plan Estatal de Empleo.

El edificio del curato de dos plantas fue construido con adobes fabricados por los vecinos a facendera, tanto los ladrillos de tierra amasada con paja como la casona en su conjunto. «La casa la hizo el pueblo y volvió al pueblo con un uso social», declaraba un vecino entonces al finalizar las obras de restauración. La planta baja del inmueble sería destinada uso social y la planta superior para usos culturales, apunta el alcalde.

En todo caso, desde la Diputación se viene barajando instalar servicios de cocina centralizados por zonas para trasladar los menús hasta las localidades y atender a los usuarios que demanden el servicio.