Juan Prieto Corpas apela a la unidad en el pregón de la Semana Santa de Zamora en Madrid

El pregonero glosa la Pasión de Zamora en la capital de España

La familia de Ricardo Flecha recoge el premio Banzo de Oro a la concordia otorgado al escultor

El pregonero en primer término acompañado en el escenario por los premiados con los Banzos de Oro

El pregonero en primer término acompañado en el escenario por los premiados con los Banzos de Oro / Casa de Zamora en Madrid

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

Un pregón muy personal, cimentado en sus vivencias y experiencias como cofrade de acera, de fila, como directivo y como cargador pronunció la mañana del domingo Juan Prieto Corpas en el salón Conde Duque de Madrid y organizado por la Casa de Zamora en Madrid.

En su alocución el presidente del Colegio Provincial de Farmacéuticos aludió a que “la semana más importante del año, tan importante que no dura 7 días sino 10, acoge a zamoranos y foráneos en su transformación anual entre la tradición y el hecho religioso sin el que no existiría”.

En su periplo cronológico enriqueció los desfiles con referencias a su familia y a personas importantes de su vida sin pasar por alto referencias a los cambios derivados del cierre del Puente de Piedra o de la carencia de un Museo de Semana Santa.

Para él, el Lunes Santo es “Tarde de balcones. El de la calle Benavente, la casa de mi madre; o el de la Calle Feria, prestado en su día y hoy lugar de trabajo. Antes de un imaginero, hoy de farmacéuticos”. “Parecía que esta farmacia se hizo donde se hizo, para que pudiéramos venir cada día a trabajar al taller de Don Ramón”, en alusión a que la botica que regenta se encuentra en el espacio que tiempo atrás ocupó el estudio del imaginero Ramón Álvarez.

El semanasantero, que pertenece a seis cofradías, explicó que su primera cofradía fue el Silencio, una procesión en la que sala con su familia y con “todos los que nos quieran unir, para acompañar, rezar y honrar a mi mejor crucificado” y confesó que “el sudor se mezcla con las lágrimas en los últimos años debajo del caperuz”.

Juan Prieto Corpa en su intervención

Juan Prieto Corpa en su intervención / Casa de Zamora en Madrid

Con el impresionante crucificado que recibe culto en la capilla de San Bernardo de la seo zamorana, Prieto tiene “un honor”. “Recibir a mi Cristo junto al resto de la directiva de la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora, y custodiarlo hasta que procesione el Viernes Santo”, señaló el vicepresidente de la Real Cofradía del Santo Entierro que portó la urna con cordón bicolor que habitualmente lleva sobre terciopelo negro.

Cargador

La faceta de cargador del Descendido tuvo protagonismo en sus palabras. “Ir debajo y lo que pasa debajo del Descendido, es un maremágnum de sentimientos que cada año nos desborda.  Para mí este sí que es el Benlliure. El Primero”. Compartió su agradecimiento con “por aquel día en el que alguien me ofreció cargar con El Descendido” y añadió que “jamás imaginé las vivencias y experiencias personales que me haría vivir”.

En las filas del Santo Entierro hay “familias enteras. De Zamora, de su alfoz, de toda la provincia. Todos a la vez, todos unidos, todos juntos. Nos queda aprender a estarlo, los otros 364 días del año”.

Como gran conocedor del intenso trabajo que conlleva sacar una procesión a la calle tuvo palabras para aquellos cuya labor más oculta. “No debemos de olvidar nunca, a cotaneros, camareras, coadjutores, priores, chavales y mozas zamoranas capellanes, que en cada cofradía entregan su tiempo generosamente cada día del año, para que la Semana Santa de Zamora sea tan grande como lo es”.

Farmacéutico

Su faceta profesional, otra de sus pasiones, también tuvo cabida. El presidente del Colegio Provincial de Farmacéuticos remarcó que “la cruz de la farmacia no se apaga” y “26 de los nuestros se llevó la pandemia. “No hay curas, los secretarios van a días, el médico hay que buscarlo y retenerlo. Las farmacias están ahí. Como Nuestra Semana Santa, uniendo territorio todo el año”.

Premios Banzo de Oro

El acto contó con varios momentos emotivos en la entrega de los premios Banzo de Oro. Uno fue el recuerdo a los cantores fallecidos del coro de la Buena Muerte, premio Banzo de Oro a la trayectoria, y otro, la entrega del premio Banzo de Oro a la concordia a Ricardo Flecha, a título póstumo.

La sobrina de Ricardo Flecha, emocionada

La sobrina de Ricardo Flecha, emocionada / Casa de Zamora en Madrid

Su sobrina Paula Flecha recogía el reconocimiento acompañado de una larga ovación de los asistentes entre los que encontraba autoridades políticas de la provincia y de Madrid, presidentes de cofradías y hermandades de Zamora y semanasanteros. 

Actuación del coro de la Buena Muerte

Actuación del coro de la Buena Muerte / Casa de Zamora en Madrid

También recogieron el Banzo Institucional el colegio Medalla Milagrosa y en la categoría de medios de comunicación la SER en la persona de la periodista Marichu García.

El 72 pregón de Madrid se despidió con un extraordinario broche de oro, la entonación del “Jesuralem, Jesuralem”, entre otras piezas, por parte del coro de la Hermandad Penitencial de la Buena Muerte ataviados con las estameñas.