Sucesos en Zamora

Se lía a martillazos contra un hombre en Zamora y se emplea a fondo con guardias y vecinos

El agresor, que causó una fractura de cráneo al primer herido, podría ir cuatro años y medio a prisión por lesiones y atentado a la autoridad

Dos agentes de la Guardia Civil en las afueras de Muga de Sayago.

Dos agentes de la Guardia Civil en las afueras de Muga de Sayago. / JOSE LUIS FERNÁNDEZ (Archivo)

Acechó a su víctima cerca del bar en el que se encontraba con el único propósito de liarse martillazos en plena Plaza Mayor de Muga de Sayago a las 3.30 horas. El vecino del pueblo recibió el primer golpe directamente en la cabeza, un impacto que le tumbó al causarle un traumatismo craneal, desplome que no impresionó al agresor, que continuó atizándole por todo el cuerpo, al parecer, con saña.

La persona que sufrió el ataque había abandonado el establecimiento hostelero ajeno a la que le esperaba en cuanto pusiera un pie en la calle, donde recibió el impacto del martillo piqueta sobre el lado izquierdo de la frente. El ciudadano que entró en cólera, de iniciales E. J. A. G., se fue hacia él sin dejarle opción a la defensa, según los testigos, y llegó a causarle otro traumatismo en el costado del lado izquierdo del tórax, donde la forma del martillo le quedó marcada, de acuerdo con la descripción del forense.

El herido grave tuvo la suerte de que era verano, 16 de julio, y a esa hora de la madrugada había gente en una terraza de un establecimiento próximo, donde se encontraban por casualidad dos agentes de la Guardia Civil de descanso que intervinieron de inmediato para frenar la furia del agresor. Los agentes tampoco se fueron de rositas.

Ni la identificación como autoridad cohibió a E.J.A.G., que lejos de soltar el martillo, se empleó a fondo con ellos, forcejeó y terminó por arrear un trallazo en la rodilla y en el codo a un guardia, además de romperle la camisa y el reloj.

Heridos al socorrer a su vecino

Pero la refriega no finalizó ahí: otras dos personas que acudieron a ayudar a la primera víctima y vecino salieron con fracturas y lesiones. Uno de los peor parado recibió el impacto de la herramienta en la mano derecha, cuando trataba de impedir que el agresor continuara dando rienda suelta a su cólera. Este otro vecino acabó el quinto huesometacarpiano de la mano derecha roto y con una contusión en el dorso, por lo que tuvo que tener la extremidad inmovilizada con una férula durante 62 días.

El agresor terminó detenido con un auto de prisión provisional hasta que el <strong>Juzgado de lo Penal </strong>determine, tras el juicio celebrado en días pasados, si le condena a los tres años de prisión por las graves lesiones causadas a la víctima con la que se obcecó y estuvo a punto de causarle la muerte, y al pago de 2.160 euros por las heridas que le causó, como pidió la <strong>Fiscalía de </strong>Zamora.

Atentar contra los guardias

Por el delito de atentado a la autoridad, se pide una condena a un año y medio de reclusión. Esas son las penas que ha solicitado el Ministerio Fiscal y que podrían mantener a E.J.A.G. en la macroprisión de Topas por la gravedad de los hechos protagonizados.

Asimismo, el juez deberá decidir si el encausado debe abonar 300 euros de multa por el delito de maltrato a los guardias civiles, además de pagar 138 euros por la camisa y el reloj que rompió al agente. La acusación pública exige 3.720 euros para el vecino al que rompió el hueso metacarpiano de la mano y 1.500 por las secuelas; y 320 euros al otro. Las multas suman 1.200 euros.

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