El campo zamorano explota: "La gente está muy quemada, no hay alicientes"

"Europa, déjanos producir". Los agricultores de La Guareña visibilizaban ayer su protesta en la autovía de Salamanca a Valladolid, a la altura de Castrillo, donde realizaron cortes prolongados que llegaron a provocar retenciones de varios kilómetros.

Con los tractores aparcados en al área de servicio de Castrillo de la Guareña, más de un centenar de labradores de la comarca zamorana y de pueblos limítrofes en la provincia de Salamanca cortaron a pie la autovía A-62 (Salamanca-Valladolid) ocupando la calzada en ambos sentidos ante la atenta vigilancia de la Guardia Civil. Desde las 10 de la mañana hasta el atardecer, los agricultores bloquearon tanto la autovía como la carretera N-620, que discurre paralela a la autovía (carretera de Alaejos).

Defienden estas protestas, espontáneas y al margen de los sindicatos, "sin colores ni banderas, solamente promovidas por la necesidad imperiosa de luchar ante lo que consideramos un goteo incesante de medidas que hacen insuficiente la rentabilidad de nuestras explotaciones, y que están llevando al cierre paulatino de las mismas, a la falta de relevo generacional y a un despoblamiento progresivo de las zonas rurales por la falta de alicientes para continuar la profesión de agricultor o ganadero" expresa el comunicado entregado en la Subdelegación del Gobierno.

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"Zamora es preferentemente tierra de agricultura y ganadería" defienden los agricultores. Un colectivo mayoritario en las zonas rurales que se confiesa "harto e impotente" y que sale a la calle para protestar en contra "de las innumerables medidas insostenibles y todas las injusticias que están haciendo que nuestras explotaciones sean del todo inviables".

A pesar de que "hay labor en el campo", el sector ha se ha movilizado de forma general en una sonada protestas mantenida a lo largo de varios días y que ayer tuvo su punto álgido. "Hay mucho cansancio, la gente está muy quemada, llevamos años muy malos, cada vez más apretados y no vemos señales de que vaya a mejorar" reflexionaba uno de los manifestantes.

Las empresas y entidades vinculadas al sector no dejaron de lado a los agricultores en esta revuelta histórica. La Lonja Agropecuaria de Zamora suspendía su tradicional sesión de los martes, "en solidaridad con la situación del campo zamorano y con la difícil e insostenible situación en la que se encuentra el sector agrario/ganadero" apuntó su el presidente, Fernando Antúnez García.

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Organizaciones agrarias, cooperativas o la Caja Rural de Zamora también actos de solidaridad con los agricultores y ganaderos. Los trabajadores de Caja Rural realizaron un paro de cinco minutos a las puertas de las oficinas y Cobadu cerraba sus puertas.

Fue una jornada larga e intensa, donde el sector pisó el asfalto para hacer oír su voz. ¿A partir de ahora, qué? No hay una decisión tomada. Muchos agricultores han dejado estos días de hacer sus trabajos para salir a la calle. "Mañana anuncian lluvias, hay que aprovechar" comentaba uno sobre la necesidad de volver a la tierra y continuar con las labores. Echar abono, tratamientos, sembrar, arar... El campo no espera. "Hay gente que estos días se ha ido a trabajar por la noche, después de las manifestaciones" comentan sobre el esfuerzo que está suponiendo la revuelta agraria.

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Quedan 48 horas para la movilización organizada por los sindicatos, COAG, Asaja y UPA, el viernes 9 de febrero, que a diferencia de estas protestas sí está autorizada. También de eso se ha hablado en la carretera, de participar o no. "Aunque no estemos contentos con ellos, son nuestros únicos interlocutores. Nadie va a venir a negociar a una carretera" apuntaba uno de los incondicionales de estos días.

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