Cuatro iglesias románicas de Zamora vuelven a lucir su piedra intacta tras las labores de limpieza de pintadas que esta semana están realizando los trabajadores de la empresa concesionaria del servicio. En la jornada del miércoles se pusieron a punto las parroquias de San Cipriano y San Vicente, mientras que los trabajadores se centrarán hoy en la céntrica iglesia de Santiago del Burgo y en San Esteban y su entorno, uno de los más deteriorados por este tipo de actos vandálicos.
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El concejal de Obras, Movilidad, Infraestructuras y Participación Ciudadana, Pablo Novo, explicó que esta actuación es posible gracias a un dictamen de la comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León —tras un informe remitido por el Ayuntamiento— que dictaminaba favorablemente estos trabajos de limpieza.
"Las actuaciones han sido también consensuadas con la diócesis de Zamora, propietaria de estos bienes inmuebles, un ejemplo más de la sintonía y disposición para el trabajo en común", destacó Novo.
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Vigilancia de un restaurador
Conscientes del valor de este patrimonio, cada una de estas intervenciones cuentan con la presencia de un restaurador "que seguirá escrupulosamente el dictamen de la ponencia técnica de la comisión de patrimonio, con el fin de que, en ningún caso, la limpieza de las pintadas dañe los templos", detalló el concejal. De ahí la acción previa de realizar un prueba en un pequeño cuadrante de la superficie para verificar la viabilidad del procedimiento.
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La limpieza en sí sigue unas pautas muy concienzudas, comenzando por una primera pasada con un cepillo, para aplicar después con brocha un gel limpiador específico para monumentos a base de disolventes de baja toxicidad y tensoactivos, que se deja actuar entre tres y seis minutos, para realizar un segundo cepillado "con especial cuidado, para no dañar los sillares de piedra", detalló.
Para todos los ciudadanos
El concejal del área aprovechó para recordar que este servicio de limpieza no está circunscrito tan solo al patrimonio histórico y cultural de la ciudad, sino que cualquier ciudadano puede solicitar esta ayuda. Para ello, tanto comerciantes como comunidades de propietarios cuyas fachadas estén afectadas por este tipo de pintadas vandálicas tan solo tienen que acudir al registro municipal para rellenar una solicitud —que también se puede tramitar a través de la sede electrónica del Ayuntamiento de Zamora— en la que deberá indicar la dirección del local o edificio, el documento nacional de identidad del solicitante "y aportar, en la medida de lo posible, fotografías que puedan ayudar al análisis previo de la superficie afectada para saber cómo se tiene que trabajar", aconsejó Novo, quien también recordó que ya han sido muchas las comunidades de propietarios, particulares y comerciantes las que han visto sus edificios "libres de pintadas".
Para finalizar, el concejal hizo un llamamiento a la colaboración ciudadana ante cualquier caso de acto vandálico de este tipo. "Los vecinos son la herramienta más potente con la que cuenta cualquier institución a la hora de hacer frente a esta lacra individualista que busca saciar egos a costa de ensuciar nuestras calles", agradeció.