Sucesos en Zamora

Chorizos, carne, ron, un arma, joyas y dinero abren la puerta a Topas a un zamorano

Tres años de cárcel para el zamorano que olvidó la mochila con la documentación en una de las tres casas que robó en tiempo récord

Varias corras de chirizos listos para comer. | C.C.

Varias corras de chirizos listos para comer. | C.C. / Susana Arizaga

No se privó de nada, arrampló con los diez kilos de chorizos, los cinco de carne de cerdo congelada, la botella de ron, una escopeta, un cargador de tuberías, un arrancador de coches y hasta los juegos de llaves que encontró en la cocina de la vivienda a la que se acababa de colar por una ventana. El ladrón, de iniciales L.M.F., vivió ese 18 de abril de este 2023 una tarde ajetreada que comenzó a las 19.00 horas y se prolongó hasta las cinco de la mañana del día siguiente. Nada menos que diez horas de asaltos y tres casas desvalijadas, con descansos entre ataque y ataque.

El caco, que acaba de ser condenado a 3 años de prisión por el Juzgado de lo Penal, no halló nada de su agrado en la primera de las casas a la que entró a las 19.00 horas del 18 de abril de este 2023, tras romper una ventana para acceder al interior, el mismo método usado en el resto de robos. En este primer intento, dejó las estancias revueltas tras rebuscar, así como la nave anexa al domicilio, de la que tampoco se llevó nada.

Aunque la noche aún no había caído, el experimentado mangante inició su recorrido el pasado 18 de abril para "rapiñar" todo lo que fuera posible en viviendas situadas en el Camino de San Miguel de Zamora, situadas en la margen izquierda del Duero, en una zona apartada del barrio de Pinilla. El siguiente "palo" lo dio a las 5.30 horas del ya 19 de abril, descansado de las dos fechorías anteriores, con tan mala suerte que se topó con el matrimonio que residía en vivienda, aunque su larga trayectoria en el mundo del latrocinio le permitió huir a tiempo por una ventana de la casa.

Eso sí, antes tuvo tiempo varias joyas, pendientes y anillos, así como dos bolsos de mujer, diversas tarjetas bancarias, documentación personal y 500 euros que la pareja tenía en efectivo. Pero dejó la pista perfecta para su identificación y posterior captura: olvidó su mochila negra, con toda la documentación personal.

El robo de dos potes para cocinar

La Policía Nacional no tardaría en dar con el delincuente, que antes de que amaneciera volvió a la carga en el mismo lugar en el que había comenzado a saquear casas. Pero en esta ocasión decidió escalar por una tapia para entrar en el interior del domicilio de un zamorano, del que se llevó dos potes antiguos para cocinar, posiblemente con la intención de dar buena cuenta de la carne de cerdo congelada que había sustraído en el segundo de los robos con fuerza. El homenaje que el delincuente zamorano esperaba darse no pudo ser. La policía pilló antes de que pudiera comenzar el festín y tomarse un trago de ron.

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