Entrevista | Gonzalo Prieto Pintor

“Pintar es un acto de entrega que nace de una mancha”

“Nunca me he visto encorsetado por cómo reaccionará el público”

Gonzalo Prieto junto a varias de sus obras

Gonzalo Prieto junto a varias de sus obras / Emilio Fraile

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

El artista Gonzalo Prieto regresa a la ciudad con la muestra “Impromptu” abierta hasta el día 28 en la galería de arte Espacio 36-Ángel Almeida.

–¿Cómo afronta cada obra?

–Yo a diario tengo mucho trabajo, por lo que pinto cuando puedo. Para mí pintar es un acto de entrega total, cuando me concentro en el estudio puedo estar todo el día. Otros días no salen las cosas… pero por lo general cuando estás cómodo no miras el tiempo y salen las cosas. Forzar y ponerte un horario, no funciona.

–Usted profesionalmente es ingeniero agrícola, ¿de qué manera llega el mundo de la pintura?

–Yo creo que toda mi vida he sido artista, pero, debido a decisiones que vas tomando en tu época de estudiante, cursé una ingeniería. No obstante, a mí lo que me motiva es el mundo del arte en general.

–¿Qué le impulsó a comenzar a pintar?

–Siempre he sido muy creativo y dibujaba desde niño. De muchacho pintaba carteles, hacía cómics, y tenía en la cabeza el comenzar a pintar con óleos. El paso lo di una vez concluida la carrera cuando empecé a trabajar y... me enganché.

–¿Por qué?

–Porque para mí es una autoterapia. Ahora muchos artistas tienen un discurso que va por delante de la obra. Yo no hago pintura reivindicativa sino de autoterapia. Yo miro hacia dentro, me dejo llevar. Pinto una mancha y a partir de ahí, me dejo llevar.

–¿No parte de una idea inicial?

–Por lo general no. Es puro instinto, me dejo llevar incluso cuando he hecho figurativo, pues he participado en muchos certámenes de pintura rápida donde partía de una mancha. Lo que veía a mi alrededor lo intenta plasmar con mi lenguaje, partiendo de algo muy expresionista. Nunca me han interesado las cosas hiperrealistas, que valoro mucho. En mi caso la espontaneidad es lo que me reconforta. Siempre sacar, nunca incorporar.

exposción de Gonzalo Prieto en Espacio 36

exposción de Gonzalo Prieto en Espacio 36 / Emilio Fraile

–Y en este proceso combina las más dispares técnicas desde abstracción hasta collages.

–Empecé con el expresionismo. A hacer manchas, a buscar texturas y atmósferas y eso lo fui incorporando a mi pintura figurativa. Al collage llegué por mi necesidad de sacar cosas que tengo dentro. Empecé con ellos en tiempos en la pandemia. Vivo en León y el estudio lo tengo en Cerezales del Condado. Por el confinamiento no podía ir al estudio, empecé a hacer cosas de collage en mi casa y decidí incorporarlo a la obra que yo hago habitualmente. Comencé con los mapas, de las que hay varias obras en la sala. Estas obras parten de unos mapas rotos que yo he reconstruído dando otro sentido. Al final de la sala hay otros collages más limpios, que son los últimos que he efectuado, donde hago un giro. Me apetecía hacer algo distinto. Están hechos sobre papel y hay unas manos es el hilo conductor, pues todo pende de finos hilos.

–De sus palabras se deduce que le gusta mucho experimentar.

–Sí, yo nunca me he visto encorsetado por plantearme cómo acogerá mi obra el público. Como mi trabajo me permite tener libertad económica, tengo la capacidad de poder elegir con libertad hacia dónde va mi obra.

–En algunas de las obras abstractas de repente aparece o un número o una cabeza de un animal. ¿Por qué los introduce?

–Hay un cuadro aparecen un número y el típico trofeo de un cazador, pero que es un reconocimiento a un artista. Realmente no sé el motivo de incluirlo, hay muchos anacronismos, hay simbolismo y mucho tema personal, sobre todo, en las obras pertenecientes a la serie de “Mapas de mi memoria” que hice tras el fallecimiento de mi padre, donde volqué muchos sentimientos muy íntimos.

exposición de Gonzalo Prieto

exposición de Gonzalo Prieto / Emilio Fraile

–¿Es la parte más personal de su obra?

–Sí, sin duda. Quizá artísticamente lo que más me define son las marchas, la parte más expresionista, que intento correlacionar con geometrías para romper la parte orgánica con una parte más estructurada.

– ¿La muestra “Improntum” supone una mezcolanza de series?

–Sí, pero en todas lo que prevalece es esa forma de dejarte llevar, plasmar el momento inicial. La espontaneidad creativa pura y dura. Esta muestra nada tiene que ver con la que realicé más de una década con Ángel Almeida. Esa fue totalmente figurativa y por aquel entonces yo no había hecho muchas cosas. Durante este período de tiempo he tenido la suerte de recibir muchos reconocimientos y ser finalista en el Reina Sofía o ser finalista el Díaz Caneja. He tenido un camino interesante para no dedicarme profesionalmente al arte, he tenido la suerte de que mi arte ha tenido un reconocimiento. Ahora con esta trayectoria el galerista Ángel (Almeida) vuelve a apostar por mí con un nuevo concepto para su sala.

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