La Diócesis de Zamora recomienda el uso de la mascarilla en actividades litúrgicas y pastorales para las personas mayores de 60 años, embarazadas e inmunodeprimidas. Durante la celebración de los sacramentos se insta a que el celebrante use la mascarilla en el momento de la distribución de la comunión. Además, aboga por la utilización del gel hidroalcohólico, al menos antes y después de la comunión, y después de la unción con los óleos cuando estos se precisen.

Desde la diócesis recomiendan mantener el gesto de la paz sin contacto físico, al menos cuando las personas no son convivientes y que el sacerdote y el fiel usen mascarilla en el sacramento de la penitencia si este se celebra en el confesonario o a distancia inferior a metro medio. Además, piden que se procure una adecuada ventilación de los templos y espacios de acción pastoral, según explican en un comunicado.

La diócesis de Zamora acoge la medida de suprimir a obligatoriedad del uso de mascarillas en los templos y locales parroquiales de la diócesis “con prudencia”, máxime cuando el Real Decreto que lo regula recomienda a las personas con mayor vulnerabilidad “que se mantenga el uso de la mascarilla en cualquier situación en la que se tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros” y se pide un uso responsable “en espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan o permanecen un tiempo prolongado”.

El obispo y el presbiterio en una celebración religiosa Emilio Fraile

En residencias de mayores, capellanías de hospitales, velatorios o cualquier otro espacio de atención pastoral “atiéndase a las prescripciones del lugar”.