La continuidad de Miguel Ángel Viñas como coordinador de Izquierda Unida en Zamora refuerza la intención del partido de conservar la independencia de sus siglas en la provincia y de mantener el proyecto de “aldea gala” contra la confluencia que tanto rédito electoral le ha reportado, especialmente en la ciudad. “Nosotros seguimos defendiendo la misma postura”, asegura el dirigente local, que aspira a la pervivencia de la marca en la papeleta de cara a las elecciones municipales de 2023, más allá de que otros territorios apuesten por “sus fórmulas”.
La mayoría absoluta como aval
El argumento de Viñas y del resto de los dirigentes locales de Izquierda Unida se ve amparado por la mayoría absoluta de la que disfrutan en Zamora, un poder inimaginable para la marca en cualquier otra capital de provincia y que le otorga mucha fuerza a este grupo a la hora de poner sobre la mesa sus demandas frente a los órganos superiores. Los últimos resultados de las confluencias en procesos como el celebrado recientemente en Castilla y León dan soporte también a quienes señalan los problemas de la estrategia unificadora.
En todo caso, Viñas asegura que “no hay nada decidido en ningún sentido”. Es decir, desde el partido, nadie les ha comunicado si van a poder presentarse en solitario en 2023, como ya ocurrió en 2019, pero tampoco ha habido órdenes que dicten lo contrario.
En ese escenario, Viñas y el resto de los dirigentes zamoranos harán fuerza por su autonomía con la idea de poder defender su mayoría absoluta en las urnas. ¿Con Francisco Guarido al frente? Eso está por ver: “Mi opinión es que el proyecto de Izquierda Unida no es solo él, pero también creo que no hay ningún candidato mejor para seguir trabajando por la ciudad; ni en nuestro partido ni en ninguno de los demás”, argumenta el coordinador provincial.
"Indudablemente el mejor candidato"
Viñas insiste en que Guarido es “indudablemente el mejor candidato”, pero matiza que el alcalde deberá tomar la decisión: “Estamos a un año vista y es un debate que además tiene que ir a la asamblea de Izquierda Unida”, aclara el coordinador provincial del partido, que no solo pone el foco en la capital, sino que cita los retos electorales que pretende afrontar al mando de las siglas en municipios como Benavente o Villaralbo. En este último ayuntamiento, la idea será “recuperar la Alcaldía”.
Con este escenario, a 14 meses de las elecciones municipales, Izquierda Unida se enfrenta al reto de convencer a su dirección federal de la pertinencia de concurrir en solitario, una vía que parece más despejada que hace unos meses, y de afrontar posteriormente una realidad que dependerá de forma decisiva de si Guarido acepta presentarse a la reelección para aspirar a los doce años como alcalde o si, por el contrario, el partido debe elegir al relevo para su líder.
