Si se habla en términos económicos, Zamora ha pasado una guerra. La reducción del Producto Interior Bruto que soporta la provincia se produce solo en épocas de conflicto bélico, tan pasadas como ahora impensables. Las fuentes difieren en lo mínimo. El PIB de Zamora se ha reducido entre un diez y un once por ciento por el impacto de la pandemia. Teniendo en cuenta los números en los que se maneja la provincia, esto ha supuesto que la economía zamorana ha dejado de generar 345 millones de euros. Esto solo durante los nueve meses pandémicos del año pasado, puesto que todavía no hay datos del comienzo de este ejercicio. Las previsiones, con todo, no son halagüeñas.

La mayor parte de las pérdidas se registraron durante la primavera de hace ahora justo un año. La actividad no esencial cerró a cal y canto para contener el avance de la primera ola del COVID, situación que se mantuvo hasta el mes de mayo. Zamora perdió ahí, como perderá este año, el principal filón cultural y turístico del calendario anual: la Semana Santa. Se calcula que el PIB de la provincia descendió más de un 20% en esos meses, porcentaje que después se logró contener.

Los ERTE

La pandemia ha obligado a los zamoranos a familiarizarse con términos desconocidos para la mayoría de los ciudadanos hace ahora doce meses. Los zamoranos sabían lo que era un ERE, pero en su mayoría desconocían lo que era un ERTE. La “T”, que significa “temporal”, ha salvado del paro a muchos trabajadores. Según los datos de la Junta, más de ocho mil zamoranos han pasado a engrosar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo que han presentado las empresas durante los últimos meses. La avalancha fue importante en marzo y abril del año pasado y la situación comenzó a mejorar en mayo. Desde entonces y hasta ahora los ERTE han seguido vigentes y los ha utilizado, sobre todo, la hostelería. Las restricciones a las que el sector se ha enfrentado durante el último año han llevado al cierre definitivo a cientos de negocios y, según los estimaciones de la patronal del ramo, deja en el alambre a uno de cada cuatro locales.

Peor lo tienen las personas que han ido, directamente, al paro. Aunque los ERTE se facilitaron para contener el impacto del COVID y recuperar fuerza laboral cuando pase la pandemia, muchos empresarios han acudido directamente al ERE ante la previsión de no abrir en las mismas condiciones que cuando se cerró. Los datos de Empleo muestran que Zamora cuenta con dos mil parados más que hace un año. La lista oficial llega a las 13.614 personas, datos del mes de febrero del año 2016.

Y, en medio de este escenario, toca hablar de previsiones. Los datos de Unicaja, que son los más fiables en este sentido, indican que la economía de la provincia mejorará un 6% durante este año. Datos, con todo, que se verán afectados por el rumbo de la pandemia y que dependen, como indican desde el Colegio de Economistas de Zamora, del ritmo de la vacunación.

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