Los establecimientos de ocio nocturno “pueden abrir sus puertas hasta la una de la madrugada, como el resto de establecimientos de hostelería, porque no existe la catalogación de “bar de copas” como tal”, afirma tajante Óscar Somoza, el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería (Azehos), en referencia a la orden de cierre total, acordada por el Gobierno central y las comunidades autónomas para frenar los contagios por COVID.

La “rebelión” se mantendrá hasta que las administraciones corrijan el error, “la Asociación está esperando una nota que sea clara” al respecto “porque los bares de copas no existen en normativa”, reitera Somoza, “y entendemos que todos los establecimientos de hostelería tendrán que estar cerrados a la una de la mañana de hoy (por ayer)”. Es decir, la actividad se mantendrá como en el resto de locales de ocio nocturno que no tengan música, como tabernas o bares y restaurantes.

Pero Somoza va más allá e indica que “las discotecas también podrán estar hasta la una de la madrugada abiertas si se han reconvertido y no tienen música”. Y sostiene que muchas lo han hecho y trabajan como si fueran bares en los que se puede consumir en mesas que guardan la distancia obligatoria.

En esa nota aclaratoria que los empresarios esperan llegue cuanto antes, la autoridad deberá hacer mención expresa a las excepciones, que las hay, como “ los bares de hospitales, de estaciones de autobuses o trenes, o las estaciones de servicio”, entre otros negocios que disponen de horario nocturno por la singularidad del negocio.

Terrazas todo el año

Frente a las restricciones que se imponen al sector para detener el avance del coronavirus, los hosteleros buscan alternativas para intentar salvar el agujero económico que están sufriendo, contexto en el que se enmarca la solicitud al Ayuntamiento de Zamora de “ampliar la apertura de terrazas a todo el año, como ocurre en muchos países de Europa”. Somoza presentará hoy mismo la petición al Consistorio de la capital, pero Azehos lo hará extensible a los ayuntamientos de los 247 municipios de toda la provincia.

La Asociación revisa las ordenanzas municipales que regulan esos permisos para saber en qué localidades tienen encaje estas peticiones y estudiar, en caso contrario, los trámites necesarios para lograr esa ampliación del plazo de instalación de las terrazas y que se permita instalarlas de enero a diciembre.

En la capital, el Ayuntamiento autoriza el servicio de hostelería en la calle desde el mes de marzo hasta octubre, tras el puente de la festividad del Pilar, explica el representante del gremio de la hostelería.

El presidente de los empresarios se muestra convencido de que el clima no sería un obstáculo en Zamora para que las terrazas pudieran permanecer abiertas todo el año, puesto que existen sistemas para preservar del frío y dar buen servicio a los clientes que opten por consumir en la calle como ocurre en países europeos con una climatología tanto o más adversa en los meses de invierno que la zamorana. En esas ciudades hay terraza “desde el uno de enero hasta el 31 de diciembre”, con una amplia aceptación entre sus clientes. Esta posibilidad se presenta como una oportunidad para paliar la merma de ingresos derivada de la reducción de aforos en el interior de los locales, es una baza para incrementar los beneficios para el sector tan castigado por las medidas contra los contagios. Y es que “garantiza una mayor afluencia de clientela” a estos negocios. Además, beneficia a los ciudadanos, ya que la medida “sirve para que la gente haga más vida al aire libre”, la forma de relacionarse “más sana”, tras la llegada del COVID.

Por último, el empresarios sale al paso de las críticas al mantenimiento de la apertura de locales que disponen de licencia para dar servicio al ciudadano las 24 horas del día, críticas que se basan en que esos establecimientos pueden “convertirse en reductos para fiestas”. Nada más lejos de la verdad, puesto que “no se puede servir alcohol más allá de las doce de la noche, hora a partir de la cual solo se pueden vender bocadillos, comidas, cafés..., pero no podemos poner copas”. De modo que, “aunque se hiciera una excepción ahora y se permitiera abrir estos bares, no pueden vender alcohol a partir de la hora de restricción de horarios”.

Botellones y fiestas acaban con 153 denuncias en trece días

La proliferación de botellones, de fiestas privadas en bodegas, peñas o al aire libre en municipios de la provincia traen de cabeza a la Guardia Civil que en trece días ha impuesto ya 153 denuncias a participantes por beber e la vía pública y por no guardar las medidas de seguridad frente al COVID-19. Buena parte, alrededor de 60, de esas denuncias se originaron en la macrofiesta de Vime de Sanabria que concentró a más de un centenar de jóvenes del 7 al 9 de agosto. Casi la otra mitad, se corresponde con infracciones detectadas solo en el medio rural, donde la atracción de foráneos y zamoranos de la diáspora para pasar las vacaciones de verano se ha mantenido a buen ritmo. Las bodegas tan típicas en gran parte de pueblos zamoranos han mantenido una actividad impropia de las restricciones provocadas por el coronavirus. Allí donde no hay bodegas, las peñas abren sus puertas para reunir, en muchas ocasiones, a más de diez personas a pesar de las medidas de seguridad que reducen los aforos a diez personas. Pero los “reyes” de estas fiestas clandestinas siguen siendo los botellones, especialmente entre la población más joven, como ya era habitual antes de la pandemia. Zamora es, con Ávila (235 denuncias), la provincia de Castilla y León en la que se cursaron más denuncias entre el 2 y el 15 de agosto por esta causa, según la Subdelegación del Gobierno en Zamora.

Deciséis multas diarias por no usar la mascarilla en una semana

La Guardia Civil y Policía Nacional denunciaron a dieciséis zamoranos cada día a lo largo de la semana pasada por no utilizar la mascarilla, norma obligatoria para impedir los contagios por el COVID-19, que implica el pago de una multa de 100 euros. Los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno se refieren al periodo comprendido entre el 10 y 16 de agosto, cuando se contabilizaron 114 sanciones por dicha infracción, la mayoría de la Guardia Civil (106).