Las creaciones de Diego Benéitez cruzan el Atlántico. El artista zamorano exhibirá sus pinturas por primera vez en la ciudad de Los Ángeles en la Art Show L.A. de la mano de la galería asturiana Bea Villamarín, que acogió su última exposición individual. La galerista "ha querido dar el salto, la han seleccionado y ha querido llevar mi obra", comenta el creador zamorano de quien el público podrá contemplar seis obras de su temática ocasos y horizontes. Benéitez en estas nuevas obras apuesta por "efectos lumínicos donde he buscado unas luces muy determinadas", describe. Esta es la segunda ocasión que el zamorano presenta obra en Estados Unidos, tras el paso en otoño por una feria de arte de Miami.

A mediados de este mes el pintor regresa nuevamente a la Art Karlsruhe, que abarca desde el arte clásico moderno al contemporáneo y cuenta de la significativa cifra de 50.000 visitantes cada edición. A Hamburgo acude con la galería Rodrigo Juarráz, quien dará a conocer ocho obras del zamorano, entre 13 y el 16 de febrero. La firma burgalesa, del 26 de febrero al 1 de marzo, nuevamente presentará parte de su producción en Art Madrid, uno de los escaparates artísticos nacionales más relevantes donde el zamorano tiene presencia desde hace tres años de manera consecutiva.

En marzo el artista inaugurará una exposición en la galería Bat-Alberto Cornejo de Madrid. El pintor compartirá espacio con la escultura Marta Sánchez Luengo bajo la denominación de "Diálogos X", pero la obra de Diego Benéitez se exhibirá bajo el paraguas de "El presente del pasado" porque "todo lo que hemos visto y hemos vivido forma parte de lo que ahora somos. En mi pintura todos los viajes que he hecho y todos los paisajes que he visto, sin querer, han quedado en mi memoria y luego, de alguna manera, los tengo presentes a la hora de crear", concreta el joven.

Diego Benéitez en los tres últimos meses ha trabajado muy intensamente en su estudio en Zamora para crear sus nuevas obras, donde el protagonismo recae más en las líneas de luz. "Antes tal vez me centraba más en el horizonte , mientras que ahora mismo me interesa más la luz que hay tras un horizonte o bien cómo un paisaje cambia en función de determinada luz" y ejemplifica: "No es el mismo lugar si lo vemos a primera hora de la mañana que si lo vemos por la tarde". En sus paisajes otorga "igual importancia" a la abstracción y la figuración, pero "no quiero que sean obras abstractas completamente, por lo que introduzco algún un elemento figurativo. Y cuando se torna muy figurativo, lo abstraigo un poco".

Diego Benéitez Gómez comenzó su andadura de una manera más formal alrededor de 2004, con un acercamiento a la figuración, una senda en la que pronto encontró aquello que quería representar el paisaje urbano y su esquematización, un tema sobre el que ha experimentado y que pintaría, inicialmente en muchos certámenes de pintura rápida y luego de seca, lo que le valió numerosos reconocimientos e incluso lograr ser finalista en los premios BMW de Pintura sin olvidar la presencia en exposiciones relevantes que le introducirían en nuevos círculos. Sus obras forman parte de las colecciones del Museo de Manresa, el Museo pintor Juan Almagro, la Diputación de Orense o los fondos de la desaparecida Caja Duero o La Caixa.