El acusado por presunta agresión sexual a sus hijastras, con las que convivía en el momento de los hechos denunciados, se enfrenta también a una posible pena por maltrato a su pareja. En total, la acusación particular pide una pena de prisión de 67 años para R. R. C., cuyo juicio comenzó este jueves en la Audiencia Provincial de Zamora, a la espera de las conclusiones.

Los abogados de la acusación entienden que, por cada una de las "dobles agresiones sexuales" presuntamente cometidas por el acusado cabe reclamar una pena de 32 años de prisión. En total, 64. Los otros tres años estarían vinculados al delito de malos tratos contra su pareja y madre de las supuestas víctimas, que eran menores en el momento en el que se cometieron los hechos, entre 2016 y 2017, aunque una de ellas ya ha cumplido la mayoría de edad.

En ese sentido, los abogados de la acusación subrayaron que las peticiones de penas por el presunto delito de agresión sexual "van en la línea del Ministerio Fiscal". Durante esta primera parte del juicio, que se celebró a puerta cerrada, los letrados hicieron hincapié en que "no hay ningún motivo ni animadversión por la que las víctimas fueran a denunciar" si estos hechos no se hubieran producido, e incidieron en que su declaración ha sido siempre "coherente, lógica y persistente".

De este modo, los abogados de la acusación se mostraron convencidos de poder "ir desmontando" los postulados de la defensa durante el juicio, apoyados en "elementos externos" que podrían avalar su exposición. Cabe destacar que, durante la jornada de este jueves, desfilaron por la sala de la Audiencia Provincial varios testigos de ambas partes, que podrían influir en el veredicto final.

Además, a lo largo de la sesión de este viernes, se espera que se pongan sobre la mesa todos los informes llevados a cabo por el forense y los psicólogos sobre lo acaecido. Cabe destacar que no se prevén pruebas físicas concluyentes, según expusieron los letrados, por lo que serán otras pruebas las que ayuden a determinar los hechos que tuvieron lugar.

Por su parte, los abogados de la defensa indicaron que "las únicas pruebas halladas son las declaraciones de las denunciantes", y explicaron que "los forenses no han podido percibir agresiones y los psicólogos no son capaces de verificar si las versiones son reales o ficticias". Es por ello que los letrados pedirán la "libre absolución" para su cliente en el juicio.

En cuanto a los detalles de la primera jornada del juicio, la sesión se prolongó durante más de cinco horas, con la declaración de los testigos y de las víctimas, que se derrumbaron en varias ocasiones y requirieron de un receso para poder continuar con la narración de cómo ocurrieron, presuntamente, los hechos.

Por su parte, el acusado se mantuvo firme en su posición de negar las acciones que se le imputan, y alegó que su expareja y sus hijastras tenían como fin "hundirle la vida".

En el juicio, también declararon los policías que se encargaron del trámite de la denuncia y algunas personas del entorno de las víctimas, en una parte del proceso que podría ser decisiva de cara a la sentencia del juez.