No es oro todo lo que reluce en el turismo zamorano. El crecimiento en las cifras de viajeros durante los últimos meses no se traduce, de momento, en más puestos de trabajo ni en más plazas hoteleras. Así lo asegura el último informe de coyuntura económica del Colegio de Economistas de Valladolid, que analiza los datos recogidos hasta el mes de septiembre.

Así las cosas, los datos referidos a número de establecimientos abiertos y al número de plazas reflejan un mantenimiento en el primer caso y un descenso en el segundo. Mientras, el personal empleado en alguno de estos 98 establecimientos de hospedaje se ha reducido casi un tres por ciento en un año, hasta las 580 personas.

Los datos llaman poderosamente la atención al darse en un contexto de constante incremento de visitantes. Las estadísticas vienen a reflejar un panorama cambiante en la forma de hacer turismo, con viajeros que optan de una forma cada vez más intensa por pisos y apartamentos de alquiler turístico. Solo así puede explicarse que, mientras los establecimientos hoteleros permanecen estables se haya incrementado de forma muy considerable el número de hospedajes alternativos, que ya superan los 300 en el buscador AirBnb, el más popular en el "mundillo".

El informe económico difundido ayer pone además el acento en otro de los grandes "males" del turismo zamorano, que es la escasa estancia media de los visitantes. "La estancia media registrada en septiembre de 2019 es de 1,60 días, un 0,62% más baja comparada con la de septiembre del año pasado". Las variaciones son mínimas, pero ahí están y muestran que Zamora es, de momento, incapaz de "atar" a los turistas por más de dos noches.

El sector empresarial sí que es capaz de aprovechar el "boom" turístico en los pueblos, donde este año crecen tanto el número de plazas como el de establecimientos dedicados al turismo rural. En el primer caso el aumento es del 4% y en el segundo roza el cinco por ciento. El personal empleado, 477 personas, es casi un nueve por ciento más que hace un año. La estancia media es algo superior en los pueblos a la media de la provincia y supera los 2,08 días.

Por último, y por lo que respecta al grado de ocupación, el informe del Colegio de Economistas de Valladolid constata que, como término medio, los hoteles, hostales y albergues de la provincia tienen copadas el 41% de las camas que ofertan. El grado de ocupación alcanza el cincuenta por ciento durante el fin de semana. Los datos son más bajos a nivel rural, donde de media están ocupadas menos del veinte por ciento de las plazas, porcentaje que aumenta los fines de semana.

Por lo que se refiere a número de viajeros y pernoctaciones y siempre en términos interanuales, se han producido bajadas en el mes de septiembre, ya que, el número de viajeros disminuye un 1,28% y las pernoctaciones un 1,60%. Tomando el tercer trimestre del año 2019 en su conjunto, se alcanzó el número de 96.591 viajeros y 159.192 pernoctaciones, lo que supone subidas del 0,76% en el primer caso y del 1,24% en el segundo, siempre comparando con el mismo período del año 2018. A nivel de turismo rural el número de de viajeros desciende fuertemente en septiembre, un 17,01%, mientras que las pernoctaciones lo hacen en el 9,59% en tasa interanual, lo que hace que en el conjunto del tercer trimestre de 2019 se alcance la cifra de 27.569 viajeros y 65.778 pernoctaciones, un 9,73% de subida en el caso de viajeros y del 17,74% en el de las pernoctaciones con respecto al tercer trimestre del año anterior.

Con todo, los datos acumulados de todo el año son los mejores de la serie histórica tanto a nivel provincial como al detalle en lo referente al turismo rural. Con los buenos resultados registrados durante el pasado puente todo hace prever que el sector cerrará dentro de doce días el mejor año, a nivel de visitantes, de la historia.