Ya se sabe que todo lo que cuesta duele. Eso es lo que ha pensado la artista zamorana María Gimeno, que este sábado introdujo a las mujeres en el relato oficial de la historia del arte, con una "performance" en el Museo del Prado, que ha tenido al cuchillo como protagonista.

María Gimeno (1970) con su "performance" titulada "Queridas viejas" quiso integrar a 90 mujeres artistas, desde el siglo XI al XX en el canon creado por el austríaco E.H. Gombrich en su manual "La Historia del arte", escrito en 1950, un libro con el que han estudiado diferentes generaciones en todo el mundo y donde solo hay una mujer, la alemana Käthe Kollwitz.

Y para ello, la artista utilizó un cuchillo de cocina para hacer cortes en las páginas de este canónico libro e introducir a las artistas, sin quitar a ningún hombre, sino completando y engordando el libro.

"He elegido un lenguaje performativo y hay una herramienta fundamental, que es un cuchillo de mi cocina, porque me parece que hay que sanar mediante la herida. Hay que cortar el relato y hacer los huecos que le faltan, y esos huecos duelen, y hay que hacerlo con un cuchillo. No quito ninguna página, solo sumo, no resto", explicó a Efe la artista, minutos antes de su intervención ante un auditorio lleno.

Esta "performance", que Gimeno ha realizado en 16 ocasiones anteriores, adquiere un doble valor simbólico al haber sido realizada en el Museo del Prado, que "representa también el relato oficial", como señala esta artista, al tiempo que añade que adquiere "doble significado, porque en el Prado, en sus 200 años, solo se han hechos dos exposiciones de mujeres y tan solo hay cinco en su colección".

"He elegido la Historia del Arte de Gombrich (de casi 700 páginas), porque representa el arte con A mayúscula y es el lugar donde las mujeres no están", argumenta Gimeno. "Es un libro con el que yo estudié -continúa-. Es fantástico, pero cuando lo leí no me di cuenta de que no había mujeres artistas", concluyó.