La dimensión catequética, la formación de catequistas y hasta su enseñanza a distancia fueron algunos de los pilares de la actuación pastoral de Gregorio Martínez Sacristán a decir de los cardenales y algunos de los obispos que acudieron ayer a sus exequias.

"Gregorio era un especialista en catequesis. Había estudiado Catequética en París, y a esto se dedicó en su diócesis de origen, Madrid, y desde allí vino a Zamora" señaló el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez quien mencionó un encuentro celebrado este año en Zamora "Fuimos tratados con una hospitalidad por don Gregorio, el vicario general y todos los que colaboraron para la estancia. Visitamos recuerdo una iglesia preciosa, San Pedro de la Nave y nos trataron, como siempre, con una sensibilidad acogedora excelente" dijo el cardenal en tanto que su obispo auxiliar, Luis Javier Argüello, mencionó que en aquella ocasión el prelado de Zamora "estaba muy animado tras su trasplante y le recuerdo como un apasionado del mundo de la catequesis".

"Ha sido un hombre que dio un vuelco a todo el tema de la catequesis en la archidiócesis de Madrid, pero también en la colaboración que tuvo con España y fue un hombre que apostó por un tipo de enseñanza que hoy está en vigencia como es la enseñanza a distancia. De alguna manera el preveía cosas que luego hemos visto con normalidad" esgrimió el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro quien esbozando una sonrisa lo definía: "Era un castellano nato, aunque era de un pueblo de Madrid, sencillo y cercano", concretó el cardenal.

Para el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio Barrio, "nuestra actitud tiene que ser de un profundo agradecimiento por todo lo que él ha hecho en esta diócesis para él muy querida dentro del proceso de enfermedad que ha pasado". El natural de Manganeses de la Polvorosa enfatizó que "fue un buen pastor preocupado siempre todas las situaciones de la diócesis y, sobre todo, por las personas, lo que tiene que valorarse muy positivamente".

El presbítero José Luis Castro, administrador diocesano de Astorga, también quiso estar presente en el funeral pese a haber tenido mucha relación con el obispo de Zamora. Además, Julián López, obispo de León, pidió "al Señor que el Santo Padre mande un nuevo pastor, un nuevo obispo para la diócesis de Zamora, una diócesis siempre fiel con un clero buenísimo y con un pueblo verdaderamente cercano a la Iglesia", expresó este sacerdote que ejerció su ministerio en la parroquia de Cristo Rey. Sobre la carencia de obispos en las diócesis de Ciudad Rodrigo, Astorga y ahora en Zamora el toresano puntualizó que "es ley de vida, nadie es eterno" para añadir la importancia de "la sucesión apostólica", una cadena que "no se ha interrumpido desde los tiempos de la evangelización del apóstol Santiago y de San Pablo en España en casi ninguna diócesis porque los obispos somos sus sucesores en las diócesis".