El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, afirmó ayer en Valladolid que tienen que cumplir la ley y rechazó rescindir el contrato con la empresa a la que se adjudicó la manutención de los sanitarios de guardia, como ha pedido el Sindicato de Enfermería, Satse, "sin la carga de la prueba acreditada". Igea manifestó, en declaraciones recogidas por Ical, ante la propuesta del sindicato sanitario y del planteamiento de UGT de volver a los vales, que analizan todas las posibilidades jurídicas, pero subrayó que no se puede rescindir un contrato sin la prueba que lo acredite. "La Junta no se va a meter en pleitos, bastantes ha perdido ya", aseveró.

Ante las denuncias de los sindicatos sobre la calidad de los menús, defendió "la celeridad" de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, para adoptar algunas medidas, entre ellas dirigirse a la empresa adjudicataria del catering o abrir un portal de transparencia. "UGT va con retraso", indicó. En un comunicado, UGT calificó de "bofetada" para el personal sanitario de Sacyl el "despropósito" de la puesta en marcha del catering para la manutención y pidió que se vuelva al sistema de vales para potenciar el tejido productivo de proximidad de la comunidad.

Satse pide a la consejería que rescinda el contrato porque la compañía adjudicataria "no cumple las condiciones del pliego de condiciones de la contratación del servicio". El Sindicato de Enfermería rechaza que se ofrezca a los profesionales "comida procesada y realizada con productos precocinados y con un alto contenido en sal y grasas saturadas, lo que no resulta nada saludable. Hay profesionales que realizan 8 guardias al mes, por lo que el impacto de esta comida en su salud no es nada desdeñable" en una consejería, además, que se dedica a cuidar la salud.

El sindicato denuncia que este fin de semana se han servido comidas caducadas, que no hay neveras en algunos centros de salud, lo que obliga a dejar a comida junto a las vacunas y restos biológicos.

El pliego de condiciones exige una producción con el sistema de "línea fría, que consiste en cocinar y enfriar los alimentos rápidamente, mantenerlos a una temperatura máxima de +3ºC y regenerarlos justo antes del servicio para así mantener al máximo sus cualidades organolépticas", algo que no se cumple. Y el pliego dice que "no se utilizarán procesos adicionales ni aditivos para la conservación", requisito que tampoco se ha cumplido.

Los tres procuradores regionales del PSOE han presentado una batería de preguntas en las Cortes sobre el asunto, mientras Podemos Podemos hizo lo propio y solicitó el contrato que la Consejería de Sanidad tiene con la empresa Vitarest a raíz de las denuncias recibidas por el personal sanitario.