La fe articuló el pregón de las Angustias pronunciado anoche por Asunción Codesal Martín ante la imagen, situada en el altar mayor de la iglesia de San Vicente.

La hermana de luto de la Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias desde hace 38 años habló desde el corazón y con sencillez en una alocución que abrió con "Stabat Mater", por su importancia para ella, como explicó en su intervención: "María ha estado al pie de mi cruz personal y el canto (...) era lo que me hacía sentirlo".

Esta mujer, celebrante de la Palabra en la zona de Ricobayo y miembro de Aures Cantibus, articuló su pregón en el caminar por la vida de María desde la Anunciación hasta Pentecostés, una senda de siete capítulos, igual que dolores de la Virgen, donde siguió el esquema de inicio con una cita bíblica, aportación vivencial y conclusión con unos versos alusivos a lo comentado.

Tras saludar a autoridades eclesiales y semanasanteras, compartió con el auditorio sus dudas sobre su designación como pregonera y describió sus primeras vivencias relacionadas con la Semana Santa en el salto del Esla en el que nació y donde "la Semana Santa que nosotros vivíamos era solo de actos litúrgicos", "yo no te conocía, Madre, como Virgen doliente y triste ni con espadas en el corazón. Para mí la Virgen estaba sonriente, vestida de azul y con las manos en oración".

Asunción Codesal Martín aludió a su primer contacto con Nuestra Madre, acaecido ya casada y madre de su primera hija, un Viernes Santo acompañada de sus padres y unos tíos "...me gustó tanto ver la imagen de Cristo muerto en brazos de la Madre y me impresionó tanto el silencio como escuchar el canto de la Salve que le pedí a mi tío que nos apuntara a la Cofradía. Años más tarde "aquí estoy Madre para agradecerte delante de tantas personas la esperanza, la fe y la fuerza que me has dado y me sigues dando para luchar y seguir adelante", manifestó.

En acercamiento a la Madre Dolorosa la pregonera lo inició con la Anunciación donde, desde su punto de vista, "ella nos enseña que ante la llamada de Dios hemos de confiar y darnos a él" al tiempo que atestiguó que las veces que ha sido madre "al igual que María tuve sentimientos encontrados" para concluir pidiendo a Nuestra Madre "por las madres del mundo especialmente por las que están sufriendo, por la madre del pequeño Gabriel, de Julen, la madre de Leticia y la de Laura, hermana de nuestra cofradía". Al mencionar la visitación de Isabel, la hermana detalló su implicación en la Iglesia. "Es muy gratificante poder compartir con ellos la Palabra del Señor", o "cuando ayudo a los más desfavorecidos colaborando en las Cáritas parroquiales o en el comedor madre Bonifacia lo hago con alegría".

Al hablar del Nacimiento de Belén tributó un homenaje a su marido. " Al igual que José estuvo con María en sus momentos, yo tengo la fortuna de contar con otro José (...) Los dos caemos y levantamos, pero tenemos fe para seguir" y subrayó como uno de los instantes más felices de una mujer "el momento de tener a tu hijo en brazos, por eso Madre eres ejemplo de humidad y así me veo junto a ti en este establo de Belén".

Su madre tuvo cabida en el capítulo dedicado a las bodas de Caná. La ponente identificó a su progenitora como "su confidente y la persona que me aconsejaba" a la par que atestiguó: "Cuando yo fui madre empecé a comprender, a dejarme aconsejar y, sobre todo, a pedir ayuda", mientras que en el quinto apartado, quién es mi madre y mis hermanos, expresó sus dudas de fe ante los problemas de la vida y le pidió a la Madre por sus padres, fallecidos los dos, y por los familiares y amigos ausentes.

Al igual que María estaba junto a la cruz, Codesal precisó que ella ha tenido su propia cruz en el último año. "Era mi propio Calvario (...), puse toda mi confianza en manos de Dios, de la Madre y del personal sanitario". Durante el tratamiento "Madre sentía tu presencia, te sentía más cerca de mí, sentía que al igual que en la Cruz de Jesús, tú estabas junto a mi cruz". Y nuevamente como María que unió a los apóstoles esperando la Resurrección, y tras el ejemplo de su madre que reunía a la familia, Codesal Martín declaró su deseo de "seguir siendo nexo de unión" entre los suyos al igual que Nuestra Madre "nos une" cada noche de Viernes Santo y "me enseñas a ser madre".

Por otro lado, la Real Cofradía de Nuestra Madre inicia hoy su novenario por las mañanas, tras la misa de 11.00, y antes y después de la eucaristía de tarde, a las 20.00 y a las 19.00 horas.