El pago de una fianza de 2.000 euros exigida por la Fiscalía permitió eludir el ingreso en prisión al masajista y profesor de yoga denunciado por abusos sexuales por cinco zamoranas, clientas de un gimnasio y de un establecimiento de estética de la capital. El juez de guardia decretó libertad provisional con cargos para el investigado, de 41 años, y con la obligación de comparecer el uno de cada mes en el juzgado, así como de comunicar cualquier cambio de domicilio.

El investigado, que abandonaba el Juzgado a las 15.40 horas, tras responder durante casi una hora a preguntas de la Fiscalía y de su abogado particular, se desplazaba desde su residencia en Palencia hasta Zamora y, al parecer, a otros puntos de la comunidad autónoma, como Burgos. Ofrecía a gimnasios, a establecimientos de estética y a peluquerías lo que calificaba como una técnica novedosa en masajes. Fue, precisamente, en uno de esos establecimientos de la capital zamorana donde la Policía Nacional le detuvo cuando acudía a trabajar el miércoles pasado.

Las denunciantes relataron que la manipulación del acusado iba más allá de la práctica de un profesional, que se aproximaba en exceso al cuerpo de las clientas, rozándose con ellas y llegando a excitarse sexualmente. Conseguía que las mujeres se desnudaran con la excusa de poder llevar a cabo adecuadamente sus técnicas de relajación y el masaje, durante el que "rápidamente buscaba el contacto físico con el cuerpo de la víctima" y se dirigía "hacia zonas íntimas", según la información facilitada por la Comisaría de Zamora.

La responsable de un gimnasio de Zamora capital profundizó en la técnica del acusado al objeto de conocer con más exactitud en qué consistía la modalidad de masaje que impartía, encuentro durante el que se percató de que podría estar abusando sexualmente de las mujeres a las que trataba. La empresaria decidió acudir a la Policía Nacional para denunciarle.

Las diligencias abiertas por los agentes de la Unidad de Familia Mujer (UFAM) de la Comisaría permitieron descubrir los movimientos del acusado en la capital, en la que había visitado varios establecimientos de peluquería y estética para ofrecer sus "novedosas técnicas de masaje".

Las indagaciones llevaron a los policías a detectar otros cuatro casos de presunto abuso sexual ocurridos en una peluquería de la capital, en la que el acusado trabajó varios días durante el año 2017, de acuerdo con los datos facilitados por la Comisaría.

La UFAM mantiene abiertas las diligencias policiales para determinar si el acusado pudo realizar las mimas prácticas de las que se le acusa en otros puntos de la comunidad autónoma, sin que por el momento haya trascendido ningún dato más, salvo que en Burgos se estarían llevando a cabo indagaciones.

El investigado llegó ayer al juzgado de guardia las 12.00 horas, si bien no pasó al despacho del juez hasta casi las 14.00 horas, donde respondió a las preguntas de la fiscal durante unos 40 minutos, que, tras escuchar su versión, en la que negó los abusos, exigió el ingreso en prisión provisional, eludible con el pago de una fianza de 2.000 euros. La transferencia de la cantidad a las cuentas bancarias del juzgado se hacía efectiva hacia las 15.00 horas.

Sin embargo, el acusado tardó aún 40 minutos en abandonar el Palacio de Justicia, a la espera de que el juzgado constatara el ingreso de la fianza y de que el juez elaborara el auto en el que decretaba su puesta en libertad provisional.

En la calle de El Riego, le esperaba un vehículo camuflado de la Policía Nacional para trasladarle hasta la Comisaría. El juez que investigue el caso deberá ahora tomar declaración a las cinco víctimas zamoranas que han decidido denunciar por el momento los presuntos abusos sexuales que sufrieron a manos de quien se presentaba como un masajista profesional.