Una vuelta de tuerca a la relación que durante toda su vida mantuvo el poeta Miguel Hernández con la tauromaquia. El último libro del escritor y catedrático de Literatura Española en la Universidad de León, José María Balcells, titulado "Nacidos para el luto. Miguel Hernández y los toros" y editado por la Universidad de Jaén, ahonda en la estrecha afinidad que el poeta alicantino sostuvo con los toros y cómo lo reflejó en su obra. "Una relación tanto como persona como escritor, en todas las grandes etapas y contextos en los que vivió, desde su infancia hasta sus últimos años en la cárcel", asegura el protagonista del Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA de esta semana.

El germen de este libro nace de la naturaleza del propio Balcells. "Soy profesor, así que me gusta explicar lo que no se ha explicado. Es cierto que siempre se habló de esta relación entre poeta y toros, pero no con tanto detalle y abundancia de datos", diferencia el autor su trabajo de los anteriores escritos sobre este tema.

De esta manera, el catedrático desgrana e ilustra con múltiples referencias la "gran relación" de Miguel Hernández con este mundo, que comienza en la infancia, cuando en su Orihuela natal su padre le comenzó a llevar a las corridas. "Hay que tener en cuenta que, en esa época, este tipo de festejos eran los más esperados en los pueblos; por pequeños que fueran, tenían su cartel de toros, era una forma de diversión muy demandada", reconoce. Además, añade que "muy probablemente, su padre era el que suministraba los caballos a los picadores, así que resultaba más fácil que se pudiera acercar a este mundo siendo un niño", argumenta. Unas costumbres que, iniciadas en la infancia, "imprimen carácter y son difíciles de borrar", subraya. Una pasión que fue además reforzaron tanto los vecinos y amigos del poeta, también grandes aficionados.

El destino hizo que esta relación continuara cuando emigró a Madrid y pasara de escribir poemas sobre la tauromaquia -e incluso la obra de teatro "El torero más valiente", sobre la figura de Sánchez Mejías- a participar en la elaboración de la enciclopedia "Los toros", dirigida por el académico José María de Cossío. "Era el trabajo adecuado para él, participó así en el origen y los primeros pasos de este famoso tratado", explica el catedrático sobre una labor en que estuvo inmerso durante año y medio "pasando de la poesía a prosa, elaborando biografías de toreros y descubriendo Madrid y el toro como símbolo de la vida".