Y la utopía se hizo realidad. Por unos meses Zamora y sus ciudadanos estuvieron en el epicentro de un sueño que pudieron tocar con la mano. Zamora, el asalto al antiguo cuartel Viriato abrió telediarios, llenó páginas en las que una coordinadora ciudadana, en la que confluían desde IU, con el actual alcalde, Francisco Guarido, entre los impulsores, a las asociaciones de vecinos y empresariales, junto al entonces regidor del PP, Antolín Martín, cercaron el recinto militar para abrazar la utopía: conseguirla la universidad.

Los zamoranos tienen la oportunidad de recrear la toma del acuartelamiento aquel 30 de mayo de 1990 a través de instantáneas de tres fotógrafos de prensa Julia Domínguez, Carlos Hernández y Luis Calleja, alma mater de la exposición que se inauguró ayer en el Edificio de La Alhóndiga. A través de 80 instantáneas, los zamoranos recrearán aquel momento histórico, hito de la revolución zamorana, recordada "como la esperanza e ilusión" por un proyecto conjunto. Un episodio que terminó el 28 de junio, casi un mes de encierro.

De todo ello dan fe las fotografías y la proyección de 300 imágenes, testimonio de esa vida cotidiana protagonizada por los encerrados, por ciudadanos que contribuyeron a mantener la rebelión en unas dependencias abandonadas, donde se improvisaron dormitorios y la Escuela de Sabiduría Popular del filósofo Agustín García Calvo. La idea venía rondando la cabeza de quien por entonces era reportero gráfico de La Opinión de Zamora, empeñado en que se conociera la historia, "olvidada" de aquel objetivo que unió para triunfar, bajo el liderazgo de Ángel Bariego, indica Calleja.