El curriculum, las metodologías, la evaluación, la organización, la personalización y el liderazgo son los seis aspectos fundamentales de la vida escolar en los que se fundamenta el denominado Modelo Rubik, con el que se pretende alcanzar un modelo de excelencia que responda a las necesidades de los alumnos y generar este proyecto de transformación de la educación. La Fundación Trilema, de este modo, apunta que el currículo tiene que responder a los desafíos de la sociedad del conocimiento. Para ello, se plantean con rigor qué se desea que los estudiantes aprendan, para seleccionar después los materiales educativos que enriquecerán los saberes objetivos, al tiempo que se les estimula de manera creativa la comprensión de los contenidos más relevantes de las disciplinas.

Esto conlleva una nueva metodología, donde, según se detalla, "se estudia cómo se produce un aprendizaje inteligente, a través de la elaboración de proyectos, problemas, desafíos, equipos cooperativos, uso de recursos gráficos para hacer visible lo que avanzan, estrategias que activen el pensamiento crítico y creativo y que movilicen la memoria de forma eficaz", se enumera. En definitiva, unas aulas "vivas y emocionantes, donde la curiosidad y el disfrute se combinen con el rigor y el esfuerzo". De todo ello han podido ser testigos, una vez más, los familiares de estos alumnos.