La asturianada, también conocida como tonada o canción asturiana acaba de conseguir la declaración de bien de interés cultural de carácter inmaterial, mediante un decreto del Principado. Lo curioso de caso es que la asturianada no sólo se localiza en Asturias, sino que trasciende las fronteras de la Comunidad Autónoma y se extiende, entre otros lugares, al noroeste de Zamora. "Un denominado "cante a la asturiana" pervive en varios municipios esta provincia, especialmente en Sanabria y Aliste, donde la gaita autóctona ejerce un acompañamiento musical para el canto muy similar al efectuado con la gaita asturiana", reza textualmente el expediente que ha servido para alcanzar la declaración de BIC inmaterial, del que se ha responsabilizado el estudioso Héctor Braga.

El asturiano asegura que ha bebido de distintas fuentes para constatar la extensión del cántico popular asturiano hasta el norte zamorano. Y se refiere, por ejemplo al "cante a la asturiana" que grabó el grupo zamorano Habas Verdes o los reflejados por el musicólogo Miguel Manzano en su cancionero de Zamora.

Alberto Jambrina, el fundador de Habas Verdes, arroja algo de luz sobre el asunto. "Las rondas sanabresas son una variante de las asturianadas. La manera de cantar de Sanabria, con las rondas, tiene que ver con la canción montañesa en Cantabria y con Asturias". Jambrina explica que temas como la ronda a la "Luna de enero", en el disco de Habas Verdes que lleva el mismo nombre o el "Jardín de la yerba buena" encajarían en el tipo de canciones, las asturianadas, que han conseguido el reconocimiento como bien de interés cultural de carácter inmaterial. Y más luz arroja todavía sobre el asunto el musicólogo Miguel Manzano. El estudioso relata que para sus cancioneros ha recogido en Sanabria una gran variedad de rondas, más de un centenar, y eso que no recorrió todas las localidades. "Son canciones líricas, lentas, de mucha hondura. En los textos poéticos, aunque con sencillez, dicen cosas muy profundas. Utilizan compases lentos, de dos o tres partes". Pues bien, cuando uno de los vecinos cantaba una ronda a Miguel Manzano "me decía, ahora le voy a cantar la misma por asturianada". Y era, efectivamente, la misma melodía de ronda sanabresa, pero "la empezaba a adornar, a desarrollarla, como hacen los flamencos con las letras finales, pero no tan exagerado. No es tanto que se trate de otras melodías como el estilo adornado, eso es cantar por la asturianada". Eso "lo sabían muy bien los sanabreses, cómo se canta en Asturias".

Al igual que el cancionero de Manzano, otros, como el de Martínez Torner del año 24 refleja "varias rondas muy adornadas del estilo asturianada". Todo hace suponer que los habitantes de Sanabria "se han comunicado de alguna manera con la forma de cantar de Asturias. Puede influir el trasiego de gente, o el idioma, el bable asturiano, que baja un poco hacia tierras de León y llega a Sanabria". De ahí para abajo, sin embargo, constata Manzano, esta forma de cantar a la asturianada "no funciona". Esa forma de cantar, como "rebotando las notas, haciéndolas más complicadas" es algo característico de Sanabria, presente en su folclore desde hace más de un siglo.

El cancionero de Manzano recoge, por ejemplo, "A la ronda chavales", cantada por asturianada. En Aliste, mencionado también en el expediente como zona de influencia, este tipo de canto es más raro, y en el resto de la provincia simplemente no existe.