"Hoy es un día histórico para la provincia, es la primera declaración internacional que logra Zamora, la de Reserva de la Biosfera de la Unesco, que nos coloca automáticamente en el mapa mundial". Así se expresaba un eufórico Fernando Martínez Maíllo, el presidente de la Diputación de Zamora ayer tarde, pocos minutos después de que los 34 estados miembros del Consejo Internacional de Coordinación del programa MAB (El Hombre y la Biosfera) de la Unesco aprobaran por unanimidad la declaración de Reserva de la Biosfera Transfronteriza para la Meseta Ibérica, el territorio más grande de Europa con esta calificación, más de un millón de hectáreas que incluyen espacios naturales como Los Arribes, Sierra de la Culebra o Lago de Sanabria.

El propio presidente de la Diputación de Zamora viajó a la sede de la Unesco en París para defender una declaración que ya contaba con el visto bueno de los respectivos Gobiernos de España y Portugal, acompañado por su homólogo de Salamanca, Francisco Javier Iglesias, la directora general de Parques Nacionales, Montserrat Fernández, que también intervino en el plenario, y autoridades tanto de la vecina Portugal como españolas, por ejemplo el embajador de España.

La declaración de Reserva de la Biosfera "es una oportunidad para Zamora sobre todo porque no introduce ningún elemento negativo, sino todos positivos, y hay que aprovecharlo", significó el presidente zamorano. Maíllo se declaró "ilusionado y emocionado", pero también "responsabilizado", consciente de que conseguir la declaración ha sido la culminación de un "trabajo duro de cuatro años, lleno de obstáculos", pero que es "solo una etapa, no la meta. A partir de ahora empieza lo bueno".

Sin restricciones

La décimoquinta reserva transfronteriza del mundo es efectivamente, "la culminación de un trabajo conjunto con Portugal y que nos une al país vecino para el futuro". Lo importante, indica Maíllo, es que la reserva no introduce ningún tipo de restricción más allá de la que establece ya la legislación nacional para los espacios protegidos, y sin embargo, puede ser un factor de desarrollo para territorios como el de la Meseta Ibérica "con baja densidad de población. Es un instrumento que tiene que ayudar al progreso de los territorios y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Gracias a esta Reserva cualquier producto que surja de la zona va a tener un valor añadido automático. Nuestra cultura y tradiciones se van a conocer a nivel mundial y va a ser un instrumento eficaz para atraer más turistas", explicó Maíllo. Sin embargo, a partir de ahora hay que empezar a trabajar: "La declaración de Reserva de la Biosfera en si misma tendría un valor limitado si no sabemos aprovecharla. Hoy es un día histórico pero comienza un camino nuevo, que es gestionar esta Reserva de la Biosfera con inteligencia, con la participación de todos los ciudadanos, con todos los colectivos del territorio para tratar de sacar el mayor provecho posible. Y ese es el reto que vamos a tener las administraciones de cara al futuro. Con proyectos que sabemos que tienen financiación de la Unión Europea" y la cooperación con Portugal en iniciativas conjuntas como la promoción de los productos, de turismo, de señalización, de valorización de los productos naturales, "en fin de todo lo que queramos hacer y que se podrá desarrollar bajo la gran denominación de Reserva de la Biosfera". Consciente de que hay "expectativas en el territorio" pero también "gente escéptica", el presidente zamorano se plantea como reto "trabajar con todo el mundo, personas, instituciones locales, empresarios y agentes sociales para que esas expectativas se cumplan y esos recelos que pueda haber, o dudas, se transformen en convicciones, que la gente crea de verdad en este proyecto. Eso lo vamos a conseguir con el tiempo y demostrando que tiene valor".

Cara amable

"Esta marca va a ser un instrumento, si lo sabemos aprovechar bien, no solamente para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que viven allí sino para que haya más población, empleo, más posibilidades de futuro. Es la cara amable de tener un parque natural es como la Denominación de Origen para un vino, pero hay que gestionar". Y es que la declaración de la Unesco "no es un cheque en blanco. En diez años la revisan y la pueden retirar si no se ha gestionado bien o no se cumplen los objetivos".

Para Zamora, la Reserva de la Biosfera "es como la declaración de Patrimonio de la Humanidad, la primera que tenemos". En torno a 25.000 zamoranos viven en la zona declarada Reserva de la Biosfera definida como una oportunidad de desarrollo.