El encarecimiento que provoca el precio de la electricidad en la actividad ganadera constituye una de las preocupaciones fundamentales de los representantes de los profesionales del sector, que ayer volvieron a poner sobre la mesa la necesidad de "eliminar el impuesto de electricidad" que grava estas explotaciones. El secretario de la COAG, Miguel Blanco, exigió un "contrato flexible", que permita al ganadero ajustar el pago de la luz al consumo real, "no puede ser que se pegue lo mismo en campaña que en época en la que no se produce".

Por último, exigió que el Gobierno central no permita la introducción de productos transgénicos procedentes de Estados Unidos, algo "que los consumidores tampoco quieren".