Es la tercera vez que incumple la orden de alejamiento, impuesta por el juez tras ser condenado por violencia de género e ingresar en prisión por el mismo delito de quebrantamiento de condena, reclusión a la que se sumarán los nueve meses que le acaba de imponer el Juzgado de lo Penal. Y es que ayer admitió haber llamado por teléfono en varias ocasiones a su expareja y haberse acercado a ella. El procesado debe cumplir esta nueva condena íntegramente, ya que permanece en prisión por otros delitos de quebrantamiento de la pena acordada por el Juzgado por no mantenerse alejado de la víctima.

El acusado evitó la celebración del juicio, al conformarse con la pena de cárcel que le exigía la Fiscalía y mostrar su arrepentimiento por cometer el delito. Un delito del que parece no ser consciente, según consta en las actuaciones, ya que declaró en su día que solo pretendía conversar con su exmujer para preguntarle las razones de la separación, según las fuentes consultadas próximas al caso. En la actualidad, el ya condenado lleva más de un año en Topas para cumplir las penas que se le han ido aplicando por los sucesivos quebrantamientos de la condena por violencia de género, que lleva aparejado el alejamiento.