Hilvanar, coser y acolchar por una buena causa. Una decena de aficionadas al "patchwork" se reunieron ayer en el Colegio Universitario para realizar durante toda la tarde un edredón a veinte manos que donarán a la delegación zamorana de la Asociación Española Contra el Cáncer. "La idea es que ellos la puedan subastar para recaudar fondos para sus proyectos", sugirió la promotora de la iniciativa, Clara Martín Campos, delegada provincial de la Asociación Española de Patchwork.

En la jornada de ayer se afanaron sobre todo en formar los diferentes dibujos del diseño elegido, a través de la unión de diferentes tiras de tela, atendiendo a la técnica conocida como de "log cabin" (en inglés cabaña de troncos). Una actividad de la que pudo disfrutar el público que se acercó hasta el Colegio Universitario, para ver en directo cómo se realiza una labor que cada vez atrae a más zamoranos.

"La afición está creciendo en la ciudad, aunque antes era complicado encontrar material específico para desarrollarla", apuntó la delegada, quien regente en Zamora una tienda especializada. Así, mientras que los primeros aficionados buscaban restos de tela para sus creaciones, "ahora se elaboran y venden telas exclusivas para este fin", reconoció esta zamorana, cuya pasión por la costura se remonta a su niñez, cuando con su abuela creaban los trajes para sus muñecas.

La de ayer fue solo el primer paso para la elaboración de esta colcha, que se terminará de hacer en el taller que Clara Martín tiene en la capital, junto a sus alumnas, para finalmente acolchar la pieza y entregarla a la asociación del cáncer.

En el mismo recinto de esta original iniciativa solidaria se expone estos días, hasta final de año, y en horario de tarde, una muestra sobre la evolución de esta labor, con la exposición de diferentes colchas y tapices, desde los modelos más tradicionales correspondientes a los primeros tiempos de esta afición hasta los últimos diseños, a través de sus diferentes técnicas.