El Museo Diocesano de Zamora expone una talla de la Virgen de la Soledad del siglo XVII y autor anónimo, conservada en el convento de la Purísima Concepción. Es una pieza "invitada" a la iglesia de Santo Tomé, sede del Museo, en tanto se restaura la Virgen del Sepulcro, una talla de la segunda mitad del siglo XIV que está en manos de expertos profesionales "para mitigar los efectos que posibles ubicaciones, factores ambientales, iluminación y otros aspectos" pueden provocar en la obra. La pieza que la sustituye sigue el estilo de la Virgen formada por Gaspar Becerra a petición de Isabel de Valois.