El director general de Salud Pública, Agustín Álvarez Nogal, admite que con la crisis del ébola se han podido cometer fallos de comunicación, pero defiende la idoneidad de los protocolos establecidos en Castilla y León ante la posible aparición de la enfermedad, que considera remota, además de asegurar que se ha hecho formación con los profesionales adecuados y que se tienen los medios precisos, como tres ambulancias específicas en la provincia de Zamora.

-¿Se ha gestionado bien la crisis del ébola?

-Ha habido una gestión, en cuanto a la comunicación, un punto deficiente, pero no en el manejo de la enfermedad, como están demostrando los profesionales.

-¿Sigue creyendo que no hacen falta trajes de astronauta contra el ébola?

-La enfermedad no se aborda con trajes de astronauta, sino con disciplina. Se trata de aislar a la persona que sea capaz de transmitir la enfermedad, una en España en estos momentos, y anular el contacto. Y luego vigilar a los contactos de la persona, tomándoles la temperatura, por si se han contagiado. El contacto nunca es por el aire, por eso médicos y familiares de los enfermos de África están a metro y medio separados por tan solo una cinta de prohibido el paso, y sólo se ponen en traje especial cuando van a intervenir con el paciente.

-En Castilla y León se ha mandado un correo electrónico a los profesionales y se ha dado alguna charla a algunos de ellos. ¿Es suficiente?

-El protocolo determina que cuando llega un paciente sospechoso a un centro de salud o servicio de urgencias hospitalario se le aísla y se avisa al 112 para su traslado a un hospital de referencia. Por razones evidentes de eficiencia no se puede formar a todo el mundo, pero sí han recibido formación quienes se van a encontrar con la enfermedad. Se podrá decir que es poca, de acuerdo, pues vamos a hacer más simulacros y ejercicios prácticos.

-Las auxiliares de Zamora se quejaban de no haber tenido formación.

-Desconozco en detalle la aplicación del protocolo en el hospital de Zamora. A la persona que llegue a urgencias en Zamora se le va a aislar ahí y se le va a trasladar con el 112 al hospital de referencia, que es Salamanca. Estoy seguro que habrá recibido formación quien tenga que hacer frente al caso sospechoso.

-¿Y si aparece en un consultorio?

-Es improbable, pero imagínese que llega un ciudadano con fiebre al centro de salud de La Guareña o de Lubián. Si viene de un país de riesgo, como Liberia, o ha estado en contacto con algún paciente de ébola se le consideraría sospechoso. ¿Qué tiene que hacer el médico?. Dejarlo donde está, aislarlo y llamar al 112. Si tiene que hacer alguna intervención se pone en traje, porque hemos hecho una compra de trajes para todos los que tengan que intervenir. Pero no para todo el mundo, porque cuando tengamos un sospechoso no va a pasar todo el equipo para saludarle. En Zamora tenemos tres ambulancias específicas para hacer traslados de casos sospechosos de ébola. Alguien ha dicho que una está activa y las otras dos en el garaje. Pues claro, pero cuando se necesiten se activan. Y la ambulancia lleva al paciente sospechoso al hospital de referencia, que en el caso de Zamora es Salamanca.

-¿Hay preocupación entre el personal sanitario?

-Mucha, y es legítimo. Solo el minero puede sufrir un accidente en la mina, valga el símil, es decir, sólo se pueden contagiar los profesionales que van a entrar en contacto con el enfermo contagioso. Y para esos tenemos que dar la formación. Supongo que el personal de psiquiatría o el de la otra punta del hospital de referencia de Salamanca que se dedique a otra cosa, necesita una información básica, pero no formación específica, porque entre otras cosas tenemos que ser lo más eficientes posible.

-Da la impresión de que en la crisis del ébola las autoridades se han quedado cortas y en la anterior de la gripe A se pasaron.

-También estamos sometidos a todo tipo de presiones y si haces A, tenías que haber hecho 2A, pero si haces 2A te dicen que te has pasado. Ahora todo el mundo se ha puesto a comprar patucos, bolsas, de todo. En Castilla y León seguimos teniendo 60 metros cúbicos de tamiflú, que están guardados como reserva estratégica en un almacén que tenemos en el hospital de Burgos desde la época de la gripe A. Ahora puedes pensar que es excesivo, pero en ese momento había que tener stock suficiente para dos millones y medio de personas que viven en la Comunidad.

-Si hubiera tenido que tomar la decisión, ¿habría repatriado a los misioneros enfermos?

-Yo defiendo la repatriación de estas personas, que son héroes auténticos y pienso que nuestros nacionales tienen el derecho de ser tratados aquí. Otro debate es que se tomen las medidas oportunas. Y estamos descubriendo también cosas que no se sabían, como que la gente rica de estos países coge aerotaxis y llega a las Canarias, o que hay un vuelo directo de Liberia a Casablanca y luego a Oporto. Al final, los virus no entienden de fronteras administrativas, pero tenemos unos controles en el primer mundo. Y en España hemos tenido un solo caso de contagio accidental.

-¿Ha sido un acierto crear un comité de expertos?

-Sí, porque lo importante es trasmitir la información correcta y parece que a los expertos se les cree más que a los políticos. Aunque yo haya dicho miles de veces que esto no se trasmite por el aire, se cree más a un experto que diga lo mismo. La posibilidad de contagio es baja, pero la enfermedad tiene alta letalidad.