Hasta 136 empresas de la capital han pasado de facturar en sus negocios más de un millón de euros al año en 2010 a hacerlo por debajo de esa cuantía. La crisis es una de las causas que puede estar relacionada de manera directa con este descenso. La cifra es el resultado del padrón correspondiente al Impuesto de Actividades Económicas (IAE), un tributo municipal que forma parte del sistema tributario español gestionado por el Ayuntamiento y que es obligatorio para aquellos negocios que mueven un volumen de negocio anual por encima del millón de euros.

Los datos desde 2010 apuntan a una reducción paulatina del número de empresas y sociedades obligadas a pagar el IAE. Ello no significa necesariamente que las empresas hayan quebrado o desaparecido, sino que su volumen de ganancias ha mermado con respecto a años anteriores debido a la crisis económica.

Por el contrario, mientras que el número de empresas sujetas al impuesto desciende de forma significativa, no lo hace la cuantía económica que recauda el Ayuntamiento por este tributo, que desde 2010 se mantiene entre los 800.000 y 900.000 euros.

Precisamente la Junta de Gobierno Local celebrada ayer en el Ayuntamiento como cada martes aprobó el padrón del IAE correspondiente al año actual, que alcanza una cuantía total de 826.327,90 euros correspondientes a 678 sujetos tributarios. Mientras que en 2010 la cifra de empresas con este volumen de negocio superaba las 800, el descenso progresivo se percibió ya en 2011, cuando la cifra bajó a los 765 y se mantuvo en esa centena hasta el año actual. Con respecto al ejercicio anterior, la ciudad cuenta con 52 empresas menores que facturan más del millón de euros necesarios. Por el contrario, la repercusión en las arcas municipales por este tributo apenas ha descendido en 85.000 euros.