La Comunidad de Propietarios de la calle Alfonso XII de la capital, es decir, el edificio colindante al recién rehabilitado Teatro Ramos Carrión, interpuso una demanda contra "el cuerpo edificatorio adosado al inmueble", o lo que es lo mismo, las taquillas del teatro, por vulnerar la servidumbre perpetua de luces y vistas a la que tienen derecho.

El caso es que hay una prohibición de edificar en una franja de tres metros del bloque de viviendas situado al costado izquierdo de Ramos, ya que el otro lado se alza el Parador de Turismo, y en esa lucha han estado unos y otros durante años.

De acatar la Diputación la sentencia que acaba de dictaminar el Juzgado Contencioso Administrativo de la capital, se resolvería así un conflicto entre vecinos y Diputación que da la razón a los primeros y obliga a la institución provincial a "reintegrar las cosas al estado anterior, dejando libre dicha franja de terreno".

La Diputación comunicó al Juzgado esa intención y a él se dirigió para mostrar su voluntad de ejecutar las obras "en próximas fechas" y respetando "escrupolosamente" la ejecución de la zona afectada por la última sentencia, del 23 de diciembre de 2013, que ratificaba la necesidad de derribar la edificación que entraba en conflicto con los vecinos.