«No decimos adiós, sino hasta siempre a Violeta Guarido Rivera». Con estas emotivas y sentidas palabras despiden sus familiares a la joven zamorana fallecida ayer en Palencia. Era primera de las dos hijas del matrimonio formado por los concejales de IU en el Ayuntamiento de Zamora, Francisco Guarido y Laura Rivera, el matrimonio más conocido de la provincia por su vinculación política y el perfil educativo de ambos.

El papel público de sus progenitores, así como lo inesperado y trágico de la noticia, hizo que el tanatorio fuera ayer un continuo ir y venir de amigos, compañeros y conocidos de la familia, sin excepción de signo político.

«Nos dejaste ayudando a otras personas. Gracias nuestra niña». Así reza la esquela de la joven, en un esquema nada común y muy personal, donde se plasma con mucho cariño el recuerdo que le brinda su familia y sus amigos.

Tras conocer el suceso, la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Zamora se reunió con carácter de urgencia para elaborar una sentida declaración institucional de condolencia y apoyo a la familia Guarido-Rivera. La alcaldesa, Rosa Valdeón, presidió el encuentro junto a los concejales del PSOE y Adeiza, Manuel Fuentes y Miguel Ángel Mateos, respectivamente, y a los ediles del Partido Popular Francisco Javier González y Manuel Hernández, así como el secretario municipal.

En nombre no solo de toda la Corporación municipal sino también de «todos los empleados públicos», la regidora local deseó «ánimo y fuerza» a la familia, tras reconocer que «han sufrido la mayor desgracia que puede sufrir un ser humano». Muy afectada y «desde el más absoluto respeto a su intimidad», Valdeón subrayó que la declaración institucional «la hacemos como compañeros y con el corazón», apuntó, al borde de las lágrimas.

Sindicatos, partidos políticos, asociaciones de todo tipo e incluso la Universidad de Salamanca, de donde fue alumna la joven en la Facultad de Psicología, el Colegio Oficial de Médicos o la Asociación de la Prensa de Zamora, han remitido sentidos mensajes de pésame a la familia. Palabras de ánimo que también han vertido personas anónimas a través de la redes sociales, especialmente vía Twitter.

La Comunidad Hospitalaria de Navarra también ha mandado por este medio sus condolencias, y se muestran «afligidos por muerte de Violeta Guarido, que fue psicóloga en el Centro Elizondo en 2013», se expresan.

La joven será incinerada hoy a las diez y media de la mañana en el tanatorio Sever, en el que se ha velado el cadáver.

El Colegio de Psicólogos afirma que su profesión no es «peligrosa»

Los miembros del Colegio de Psicólogos de Zamora no quieren que el suceso «estigmatice más la enfermedad mental», que según las personas que trabajan en este campo, «no está formada por pacientes agresivos y violentos por definición, puede haber casos puntuales, pero en 30 años de profesión ni yo ni nadie de mi equipo se ha visto envuelto en una situación similar, esto es un lamentable caso aislado», se pronuncia el presidente provincial, Félix Rodríguez.

El riesgo, explican, existe en todos los servicios sanitarios, y aportan el dato de que se registran más agresiones en los servicios de Urgencias o Atención Primaria (médico de cabecera) que en los servicios de psiquiatría.

La «alimaña que ha asesinado a Violeta no se merece otro calificativo», se expresan sin salir de su estupor los compañeros de profesión de la joven, que estaba apenas comenzando su carrera profesional.

Por su parte, el presidente del Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla y León, Eduardo Montes, ha garantizado que el centro San Juan de Dios de Palencia, donde ha ocurrido el suceso, es «modélico» en el trabajo con enfermos mentales y goza de un gran control de los riesgos.

Montes ha indicado que este centro, en el que trabajan profesionales del Colegio, incluida la directora, sigue incluso un modelo afectivo de la Universidad de California que aboga por la curación a través de la afectividad y la cercanía del profesional por encima del medicamento.

Posiblemente, ha dicho en declaraciones recogidas por Europa Press, «esta cercanía o relación directa entre el paciente y el terapeuta ha constituido un agravante en este caso».

Montes, quien ha mostrado profunda pena por la muerte de la joven, ha recordado no obstante que la psicología está expuesta a que una persona demente tenga una conducta inesperada en un momento determinado, y ha señalado que probablemente la psicóloga fallecida se ha visto sorprendida por la acción violenta e inesperada de la paciente.

A pesar de los riesgos en la profesión, el decano-presidente de los psicólogos ha reconocido que también hay alegrías cuando no ocurren este tipo de hechos y se producen curaciones.

Cerrado apoyo de familiares y amigos a los Guarido-Rivera

La trágica noticia ha conmocionado a toda la sociedad zamorana, que ha mostrado su apoyo a la familia y amigos de la joven Violeta Guarido Rivera en un homenaje en forma de sentidos pésames y mensajes de ánimo, tanto a nivel público como en el propio tanatorio, donde se han dado cita centenares de personas que han querido acompañar a los Guarido-Rivera en los duros momentos que atraviesan.