El Juzgado de lo Penal acaba de condenar a un año de prisión a un joven que intervino en el robo de un ordenador, un móvil y rotuladores de una empresa de mármoles de Benavente, una condena muy inferior a los dos años y medio que exigía el Ministerio Fiscal por tratarse de un reincidente. La reducción de la pena se justifica porque el acusado es drogodependiente y demostró que cuando ocurrieron los hechos actuaba llevado por la dependencia a sustancias estupefacientes. Los objetos robados los vendió a un menor de edad, condenado ya en esa jurisdicción. Al juicio de ayer no se presentó el tercer imputado, en paradero desconocido.