Los zamoranos no dejaron ayer de acudir a ambas márgenes del río Duero para admirar el puente nuevo, abierto desde por la mañana al tráfico rodado de coches y bicicletas y de personas. Desde la margen izquierda se puede observar la forma curva que toma el viaducto hasta llegar al barrio de Olivares. Los ciudadanos disfrutaron de los paseos que se han creado en la zona baja de la rotonda de San Frontis que enlaza con la carretera de Carrascal y la avenida del Nazareno.